Pasar al contenido principal

Las lluvias rompen la racha de más de 50 días de sequía en el sur de Alicante y suponen un riego vital ante el retraso de las obras del trasvase

Los más de 50 litros por metro cuadrado que han recibido los campos de la comarca alicantina de la Vega Baja ponen fin a más de 50 días de sequía y suponen un riego vital para los cultivos en curso, según ASAJA Alicante. Y es que, este agua caída de forma paulatina y suave y a la que los agricultores se refieren como “oro caído del cielo”, además de regar, ha permitido limpiar todos los cultivos del polvo sahariano que vivimos durante el mes de febrero, el cual había creado una película que estaba asfixiando parte de las plantaciones.  

Entre los cultivos más beneficiados por estas precipitaciones están los cítricos, concretamente los que ahora comienzan con floración y la variedad de limón verna, que verá incrementado su calibre para esta campaña de forma notable. También las alcachofas, que justo empiezan ahora con el segundo colmo y que, si en los próximos días no se produce un aumento desmesurado de las temperaturas, podrían incrementar su producción hasta un 10%. 

Asimismo, los agricultores afirman que, una vez más, ha tenido que ser la climatología la que solucione la inoperancia política en lo referente al trasvase Tajo-Segura, el cual lleva paralizado desde septiembre del 2020 por la reparación del embalse de La Bujeda. Unas obras que deberían haber concluido en noviembre y que, a día de hoy, continúan sin tener fecha definitiva de finalización, lo que está obligando a los agricultores a regar de la castigada cuenca del Segura, la más deficitaria de España, según la última actualización del Ministerio para la Transición Ecológica, que afirma que se encuentra al 41% de su capacidad.  

“Nos da la sensación de que una vez más nos enfrentamos al juego del Ministerio para la Transición Ecológica de Teresa Ribera para tratar de mantener inutilizable el acueducto del Tajo-Segura, vital para nuestro sistema agroalimentario y que vive una paralización desde que se iniciaron las obras para la reparación de las fugas en el embalse de La Bujeda, las cuales debían haber finalizado en noviembre del 2020. No entendemos muy bien por qué, pero no conocemos los motivos en profundidad de un retraso de casi cuatro meses. Pero lo cierto es que es un hecho que nos penaliza diariamente y que provoca que todas las transferencias mensuales que se aprueban no puedan ejecutarse, con lo que ya acumulamos una deuda de más de 100 hectómetros cúbicos”, denuncia el vicepresidente de ASAJA Alicante, José Vicente Andreu, que afirma que “si hemos salvado la campaña de las hortalizas de invierno y los cítricos ha sido por las lluvias de la borrasca Filomena y las de estos días, aunque no podemos ampararnos y basar la planificación de los cultivos de primavera y verano a merced de la climatología”. 

Por ello, ASAJA Alicante solicita a Transición Ecológica que informe del estado concreto de las obras en La Bujeda y que facilite una fecha concreta de finalización de las mismas para que los empresarios agrícolas que dependen del Trasvase puedan llevar a cabo los planes de campaña con la certeza de disponibilidad de agua.