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Los productores valencianos de cítricos dejan de ingresar casi 400 millones de euros en una campaña nefasta

Los productores de cítricos de la Comunitat Valenciana han experimentado un descenso de los ingresos brutos en esta campaña 2021-2022 del 31% sobre la campaña anterior, lo que supone una cifra cercana a los 400 millones de euros, según el balance efectuado por LA UNIÓ de Llauradors. Los ingresos brutos de esta campaña han sido de 884,8 millones de euros por los 1.277,5 de la pasada, es decir 392,7 millones de euros menos.

Cabe señalar que los precios percibidos en origen por los citricultores valencianos han sido muy bajos y de hecho en muchas de las variedades tardías se han pagado cotizaciones por debajo de los 10 céntimos por kilogramo, lejos del coste de producción.

El descenso de los ingresos brutos entre los citricultores valencianos es generalizado en todos los grupos y variedades. Los productores de naranjas tipo Navel (Navelina y Lane Late) son los que más han visto bajar sus ingresos brutos en un 39%.

La producción total de cítricos en la Comunitat Valenciana se ha estimado en el primer aforo oficial de Conselleria de Agricultura del pasado mes de septiembre en 3.188.502 toneladas, lo que supone un descenso respecto de la campaña anterior del 9%. En el caso de que la producción todavía sea más baja, los ingresos brutos también disminuirán. La producción citrícola valenciana ha representado en esta campaña el 47,6% de la total española. En naranjas ha sido del 46%, en mandarinas el 62%, en limones el 24%, en pomelos el 21% y en otros cítricos el 7%.

Son muchos los factores que a juicio de LA UNIÓ influyen en estos malos resultados y por eso reitera una serie de propuestas para revertir esta situación. En relación con los precios de las naranjas esta campaña por debajo de los costes de producción ha pedido a la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) -organismo autónomo adscrito al Ministerio de Agricultura- que investigue si se ha producido un incumplimiento de la Ley de la Cadena Agroalimentaria. 

El consumo total de cítricos en el ámbito de la Unión Europea se ha reducido de nuevo un 3% sobre la campaña anterior, por lo que LA UNIÓ incide en la necesidad de realizar campañas de promoción de nuestros cítricos para revertir el descenso de consumo y exportaciones de los últimos años. En 2007 el consumo de naranjas en España representaba el 15% del total de fruta fresca consumida, mientras que en 2020 ya había bajado al 12%. En 2020 el consumo per cápita de naranjas en España fue de 17,35 kg, lo que supone un descenso del 16% sobre los últimos cinco años. Aguacate, piña, limones y plátanos son las que más crecen.

Frente al descenso de exportaciones, crecen sin parar las importaciones que han aumentado un 8% hasta alcanzar una cifra de 2,3 millones de toneladas.

LA UNIÓ reclama rigurosos estudios de impacto en los acuerdos comerciales que la UE firme con terceros países y la aplicación del principio de reciprocidad para que se cumplan los mismos estándares fitosanitarios sociales, laborales y medioambientales en los cítricos de fuera respecto a los de aquí. En este sentido, y sobre el acuerdo de la UE con Sudáfrica, LA UNIÓ solicita que se reduzcan los periodos de importación de naranjas aprovechando la revisión de este, ya que resulta evidente que el incremento de las importaciones está distorsionando el mercado. 

Se da por tanto una situación de discriminación y competencia desleal permitiendo que el consumidor europeo compre frutas y hortalizas con estándares de producción más bajos que los exigidos a los productos europeos. Los cítricos deben ser considerados ya como producto muy sensible frente a las importaciones de terceros países y es necesaria una reciprocidad o adopción de cláusulas espejo. Para evitar la entrada de plagas letales que hagan todavía más difícil si cabe la producción europea de cítricos, hay que imponer el tratamiento de frío a las producciones importadas de terceros países que tengan riesgo evidente de infestación.

En este último aspecto, la UE debe aprobar ya ese cold treatment y tanto para naranjas como mandarinas. “Ya tenemos suficiente con el Cotonet importado de Sudáfrica que estamos sufriendo en la mayor parte del territorio citrícola valenciano y que causa graves pérdidas económicas a los productores y un mayor esfuerzo inversor a las diversas Administraciones para su control y prevención”, indica Carles Peris, secretario general de LA UNIÓ.

Sobre algunos países a los que se les interceptan cítricos con sustancias activas prohibidas en el ámbito comunitario o con presencia de plagas, la organización exige aumentar la frecuencia de los controles y acabar con la asimetría arancelaria.