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El IVIA contribuye a frenar la expansión del insecto vector del greening de los cítricos

El Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) está realizando labores de seguimiento a la suelta controlada y experimental de la Tamarixia dryi, llevada a cabo recientemente por el Ministerio de Agricultura en entornos de limoneros en Galicia, como medida para frenar el avance del psílido Trioza erytreae, insecto transmisor de la enfermedad del greening o Huanglongbin de los cítricos. Esta es una patología bacteriana incurable que puede llegar a limitar la industria citrícola, como ha ocurrido en Florida (EEUU). La devastación allí se puede repetir en el Mediterráneo porque como constató la prestigiosa "National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine" en 2018, tras reunir los informes y estudios llevados a cabo a lo largo de más de 100 años de estudio, no existe, ni espera encontrar ningún tratamiento efectivo contra la enfermedad en los próximos años. Así que el único método de control es la erradicación y la contención de sus vectores.

Aunque la enfermedad no se ha detectado en España, el personal investigador del IVIA lleva años trabajando para reducir la dispersión del psílido transmisor, que ya se ha detectado en Portugal y Galicia.

La avispilla Tamarixia dryi tiene un tamaño milimétrico y es de origen subsahariano. Parasita al psílido Trioza eytreae porque sus hembras ponen los huevos sobre éste y cuando los huevos eclosionan, la descendencia se alimenta del psílido.

Personal investigador del IVIA viajaron a Sudáfrica para estudiar al psílido y a su avispilla dentro del proyecto Europeo "Tropicsafe, en el que participan más de 20 instituciones de todo el mundo para mejorar el control de varias enfermedades de origen tropical, como el HLB.

Tras identificar tres especies de avispillas cuyas larvas se alimentaban del psílido, se autorizó el traslado de ésta a España en 2017 y su cría se estableció en 2018 en el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA), gracias a la cofinanciación por parte del INIA de un proyecto de investigación nacional que coordina el IVIA y en el que participan centros de investigación y servicios de sanidad de seis comunidades autónomas.

Investigadores e investigadoras del ICIA y el IVIA han trabajado junto a los Servicios de Sanidad Vegetal de Canarias para evaluar la especificidad y eficacia de la avispilla.

Las poblaciones del psílido vector han disminuido drásticamente en Canarias desde la liberación de la avispilla, hasta el punto que actualmente es difícil encontrar poblaciones del psílido, por lo que se espera que los resultados sean similares en Galicia y próximamente en Portugal.

"Debemos detener el avance del psílido para que no alcance las principales zonas citrícolas españolas y portuguesas porque es cuestión de tiempo que se detecte la bacteria", explica el investigador Alberto Urbaneja, coordinador del Centro de Protección Vegetal y Biotecnología del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias. Tras la detección del vector en Galicia y Portugal, los ministerios de agricultura de ambos países pusieron en marcha programas de erradicación y contención del psílido vector pero éste ha saltado todas las barreras. "Este patrón se ha repetido en todo el mundo. Si no se toman precauciones, el vector se dispersa rápidamente sin la enfermedad y cuando llega la enfermedad, ésta ya no se puede detener porque el vector está por todas partes" lamenta Urbaneja.

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