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LA UNIÓ señala que el trabajo y la presión de los últimos años logra que la UE apruebe un tratamiento de frío para las naranjas importadas

El gran trabajo y la intensa presión en todas las instancias por parte de LA UNIÓ de Llauradors ha conseguido que por fin la Unión Europea haya aprobado hoy de nuevo un tratamiento de frío para las naranjas importadas de terceros países que tienen la plaga de la Thaumatotibia leucotreta o ‘Falsa Polilla’.

LA UNIÓ agradece el apoyo del Gobierno de España, a través del ministro de Agricultura, Luis Planas, y de la Generalitat, desde su president Ximo Puig hasta la consellera de Agricultura, Mireia Mollá, para dar este primer paso en el tratamiento de frío a los cítricos importados.

La Comisión Europea hace caso por fin a su propia Autoridad de Seguridad Alimentaria (EFSA), quien el pasado verano ya alertó mediante un dictamen del alto riesgo de que la plaga pudiera instalarse en el territorio de la UE y recomendó establecer dicho tratamiento. También era muy clara la propia normativa europea que exige la ausencia total de la plaga de la ‘Falsa Polilla’ en las importaciones, circunstancia que no se está cumpliendo pues únicamente se puede asegurar con el tratamiento de frío.

La aprobación será publicada próximamente en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) con objeto de que entre en vigor este próximo mes de junio mediante un periodo transitorio para esta inminente campaña del hemisferio sur y una doble alternativa de tratamiento de frío a partir de la siguiente.

“No es el tratamiento de frío más estandarizado internacionalmente, pero es sin duda un primer paso importante. Ahora hay que trabajar también para conseguir, aparte de a la naranja, el tratamiento de frío a las mandarinas y pomelos ante la amenaza de la Thaumatotibia”, asegura Carles Peris, secretario general de LA UNIÓ, quien indica que “es evidente que las interceptaciones con plagas son mayores en naranjas que en mandarinas, pero que en estas también se detectan y hay que unificar los protocolos a nivel mundial porque las plagas pueden entrar a través de volúmenes bajos de importaciones, por lo que hay que evitar un riesgo innecesario de transmisión de plagas entre países”, concluye.

LA UNIÓ solicita que se amplíe esta exigencia, sobre todo para Sudáfrica, cuyas plantaciones de mandarinas están creciendo de forma constante. Las mayores interceptaciones en mandarinas sudafricanas se detectan en las principales y más peligrosas plagas, la Phyllosticta citricarpa y Thaumatotibia leucotreta, sobre todo en esta última. “Suficientes motivos por tanto para pedir incluir las mandarinas, porque existe un peligro latente que entren esas plagas en nuestra citricultura también a través de ellas. Nadie puede prever que una plaga nos pueda entrar por naranjas o por mandarinas, así que el riesgo existe sea la especie que sea”, concluye Carles Peris.