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La cosecha de aceite descenderá un 15% en la Comunitat Valenciana y los productores confían en la estabilidad de los precios

LA UNIÓ de Llauradors estima que la cosecha de aceite de oliva se reducirá en la Comunitat Valenciana esta campaña en un 15% respecto a la anterior, en parecidos términos al descenso en todo el ámbito estatal, lo que refleja que se tratará de una producción media-baja. La producción a nivel mundial también viene disminuyendo a lo largo de las tres últimas campañas.

La escasez de lluvia, especialmente en primavera, tras un año agrícola con déficit hídrico apreciable, así como las altas temperaturas, han afectado a la cosecha. La evolución de la climatología durante los últimos meses puede incidir todavía en las estimaciones de este aforo con rendimientos de conversión aceituna/aceites más bajos.

No hay absolutamente ninguna señal que prevea una bajada de precios para los próximos meses, más bien al contrario, cotizaciones estables y fuertes, que, desde LA UNIÓ se considera que pueden estar sobre los 3,50 – 4 €/kg. para el aceite de oliva virgen extra (AOVE).

En cuanto al consumo, el mercado interior aún no se ha recuperado del impacto de la pandemia, aunque alcanza cifras de 438.200 toneladas que suponen un incremento anual del 12 %. Las exportaciones se han incrementado un 3 % para situarse en las 838.100 toneladas en el interanual a mes de junio de 2021. Italia sigue siendo nuestro principal destino, con datos acumulados a mayo de 2021 que alcanzan las 206.335 toneladas, una cifra que se ha mantenido estable durante las cuatro últimas campañas.

Estas macromagnitudes agregan unas existencias antes de comenzar la campaña que se sitúan en torno al       10% menos que en las cuatro últimas campañas lo que deriva en la estabilidad e incrementos de los precios que ha caracterizado al sector durante todo el año pasado. Idéntico escenario se registra en los principales países productores del área mediterránea: Italia (con precios en AOVE un 37 % más elevados), Grecia y Turquía.

En un contexto más específico, LA UNIÓ denuncia el enorme perjuicio que sufre actualmente el olivar tradicional en España y en la Comunitat Valenciana respecto a otros sistemas de cultivo más intensivos, ya que afronta mayores desventajas productivas y mayores costes de producción, siendo sin embargo, claramente perjudicado en la aplicación de la PAC. Muchas explotaciones de zonas de la cuenca mediterránea, entre ellas las de la Comunitat Valenciana, y del interior de la península, con olivos en secano o también en riego de apoyo, incluso con variedades locales y producciones de calidad, deben competir con explotaciones que reciben cinco o seis veces más ayudas directas y que por lo tanto son rentables, haciendo que se reduzca al mínimo el precio del aceite.

La nueva reforma de la PAC de Luis Planas solo cambia de 50 a 20 las regiones agronómicas en España, pero no modifica para nada la filosofía que seguirá permitiendo la distorsión en el mercado del aceite. Hilari Jaime, responsable del aceite de LA UNIÓ, indica que “la gran diferencia de costes de producción en los diversos tipos de cultivo de olivo existentes en España, junto al diferente nivel de ayuda que se percibe, perpetuarán la discriminación entre unos y otros”.

LA UNIÓ confía en que se establezca definitivamente desde el Ministerio de Agricultura un pago específico al olivar que palíe en parte esta discriminación hacia el tradicional, donde la mayoría de los agricultores viven de forma profesional de su producción y quieren mantener en su territorio una actividad agraria con una producción de calidad y sostenible.