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Los productores de limón no se salvan de la desastrosa campaña y sufren pérdidas ya de 39 millones

Los productores de limón de la Comunitat Valenciana no han sido una excepción al desastre vivido anteriormente en las mandarinas y naranjas. Un estudio elaborado por LA UNIÓ de Llauradors, en base a las cotizaciones oficiales de la Conselleria de Agricultura, revela que los precios han bajado un 26% (de 0,38 €/kg se ha pasado a 0,28) en relación a la pasada campaña y entre eso y la fruta que se ha quedado sin recoger las pérdidas ascienden a los 39 millones de euros.

Hasta la fecha estas pérdidas son en la variedad Fino, predominante en la Comunitat Valenciana con el 64% del total de la producción del limón, y que se suele recolectar de octubre a marzo. Se suman además a los 200 millones de euros de pérdidas que han tenido hasta la fecha los productores de naranjas y mandarinas.

El comportamiento de las cotizaciones no ha sido homogéneo. Durante la primera parte los precios fueron parecidos a la pasada e incluso ligeramente superiores, en la segunda hasta mitad de enero ya se nota el descenso en las cotizaciones y lo peor llega desde esa fecha y hasta ahora con una caída del 52% tras pasar de 0,41 €/kg en la campaña pasada a los 0,21 €/kg actuales.

Con bajos precios y sin recolectar todavía calcula esta organización unas 26.000 toneladas de limón Fino en el campo. De los 39 millones de euros calculados, 30 serían por la bajada de los precios hasta esos límites poco rentables y muy ajustados con los costes de producción del cultivo (estimados por la interprofesional Ailimpo en 0,18 €/kg) y los otros 9 restantes como consecuencia de no recoger la cosecha.

Uno de las principales circunstancias podría ser el incremento de la producción, pero si se analizan los datos se observa que la cosecha de Fino  ha subido de una campaña a otra un 14% en el conjunto estatal y sólo un 6% en la Comunitat Valenciana. El aumento espectacular de producción sí se da en la variedad Verna, que aún no ha iniciado su campaña.

Fuentes del sector atribuyen como factor fundamental a la competencia del limón turco en los mercados, país que tras recuperar su nivel normal de producción, con unas 800.000 toneladas, se ha visto favorecido además por la devaluación de su moneda, lo que ha provocado una mayor oferta en los mercados y a unos precios más baratos. Los productores alertan que, aparte de Turquía, cada vez hay más competidores como Sudáfrica, Argentina e incluso Egipto que parece estar decidido a entrar fuerte.