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LA UNIÓ critica que no haya ayudas de minimis para paliar las pérdidas de los citricultores

LA UNIÓ de Llauradors ha criticado hoy la pasividad y falta de medidas por parte del Ministerio de Agricultura y de la interprofesional citrícola española Intercitrus para afrontar la más grave crisis desde hace mucho tiempo sufrida por los productores de la Comunitat Valenciana que tienen ya pérdidas directas superiores a los 240 millones de euros.

Lo hace precisamente tras la reunión mantenida por el ministro de Agricultura, Luis Planas, con la Mesa Nacional de Cítricos; de la que critica que sigue sin plantearse alguna medida de calado que suponga una ayuda directa de minimis a los citricultores que han perdido gran parte o toda su cosecha. 

Reitera la organización que la única medida puesta en marcha hasta la fecha es la de las ayudas a la retirada, de la que sólo el 39% del tonelaje previsto se ha solicitado a escasas fechas de concluir el plazo, aunque el Ministerio anuncia una posible prórroga que no servirá más que para maquillar el fracaso. LA UNIÓ ya avanzó en su día que era una medida insuficiente, que se aprobaba demasiado tarde y que no llegaría de forma directa a los agricultores, tal y como lamentablemente así ha ocurrido.

Por otra parte, a la hora de comenzar la reunión en el Ministerio a la que no han asistido; diversos miembros de la Comisión Ejecutiva de LA UNIÓ, encabezados por su secretario general Carles Peris, se han concentrado frente a las puertas del Ministerio. Allí han denunciado el sectarismo hacia la organización profesional agraria más implantada de la Comunitat Valenciana, al no dejarle participar en la reunión prevista y ser recibidos posteriormente, fuera de la agenda publicada por el MAPA, en una reunión con el secretario general de Agricultura, Fernando Miranda.

Carles Peris, señala que “se trata de una nueva muestra del veto de las otras tres organizaciones agrarias (ASAJA, COAG y UPA), consentido por el actual ministro de Agricultura, Luis Planas, que “ni hacen ni dejan hacer”. De todas formas, y pese al intento de silenciarnos, “vamos a seguir reclamando propuestas serias y de futuro para los citricultores de nuestra tierra”.

 Peris también cuestiona la hipocresía que se emplea "porque se nos veta en las reuniones sobre cítricos que se celebran en Madrid y sin embargo somos interlocutores válidos para las que se celebran en Valencia. Alguien debería dar una explicación lógica a esto porque yo al menos no lo entiendo”, señala.