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AVA-ASAJA en el Día Mundial de la Agricultura: “Las políticas agrarias expulsan a los agricultores y ganaderos de sus campos”

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) valora la conmemoración del Día Mundial de la Agricultura, hoy 9 de septiembre, para poner en valor el papel esencial que los agricultores y ganaderos desempeñan a la hora de garantizar el abastecimiento de alimentos en cantidad y calidad, pero lamenta que la clase política no ha estado ni antes ni ahora, durante la pandemia del Covid-19, a la altura de las circunstancias para reconocer esa labor estratégica con precios justos y una calidad de vida digna.

En ese sentido, el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, denuncia que “las políticas agrarias expulsan a los agricultores y ganaderos de sus campos y granjas. Por un lado, demonizan al sector y le imponen cada vez más restricciones en materia fitosanitaria y medioambiental que restan competitividad mientras que, por otro lado, impulsan acuerdos comerciales con terceros países que inundan el mercado europeo de alimentos producidos en condiciones de competencia desleal que no cumplen los mismos estándares exigidos a los agricultores europeos”.

Estas políticas, a juicio de Aguado, “resultan especialmente discriminatorias e inmorales en el caso de la agricultura mediterránea y, dentro de esta, la valenciana. No en vano, somos la región europea con más superficie agrícola abandonada, con la edad media de agricultores más alta y con el menor relevo generacional al frente de las explotaciones. Y cuando uno se va del campo, no vuelve. Los políticos están sacrificando nuestra agricultura –en favor de otros intereses económicos del centro y norte de Europa– y dejando la alimentación en manos de países terceros que, ante crisis impredecibles como el Covid-19, miran por sus intereses y pueden provocar futuros problemas de desabastecimiento”.

Otros problemas que urgen soluciones urgentes son el control de las plagas y enfermedades agrarias, los daños ocasionados por las superpoblaciones de fauna salvaje, los robos agrarios y la deficiente gestión hídrica, entre otros.