Poco se habla de la ‘pinyolà’
Es cierto que, además de la psicosis creada, intencionadamente, con el miedo a las importaciones de Egipto, detrás del desplome de los precios citrícolas ha habido un descenso del consumo y, por tanto, de la demanda. Ya en enero pudimos comprobar que algunas variedades de mandarinas (como lo que quedaba de clemenules, la clemenvilla o la hernandina) tuvieron problemas de comercialización e, incluso, se quedaron campos enteros por recolectar. Entre los factores que influyeron, y no poco, en la crisis citrícola cabe destacar la extraordinaria ‘pinyolà’ de esta campaña.