La DO Utiel-Requena escoge sus vinos representativos de 2023
La Denominación de Origen Utiel-Requena ha presentado sus vinos seleccionados para el año nuevo, escogidos mediante cata a ciegas por el panel de cata de la DO. Esta vez, la cata ha contado con un invitado especial, Joaquín Gálvez, también conocido como Wineman. En el entorno de la última reunión del pleno del Consejo Regulador antes de las vacaciones navideñas, ha tenido lugar la entrega de estos galardones para las categorías de Blanco, Rosado de Bobal y Espumoso Utiel-Requena.
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Utiel-Requena otorga el reconocimiento de Vino Seleccionado DO Utiel-Requena 2022 en la categoría de Blanco Utiel-Requena a Alto Cuevas 2022 blanco de Bodegas Covilor. La misma bodega lidera en la categoría de rosados, pues el ganador en la categoría de Rosado de Bobal Utiel-Requena ha sido Alto Cuevas 2022 rosado. Ambos premios han sido entregados al director técnico de la bodega, Toni Fernández.
Finalmente, la categoría de Espumoso Utiel-Requena ha sido capitaneada por el Tharsys Único 2018 de Bodega Pago de Tharsys. El diploma fue entregado a Ana Carlota Suria, gerente de Pago de Tharsys.
Concurso de vinos DO Utiel-Requena
Desde 2007, el Consejo Regulador de la DO Utiel-Requena convoca un concurso anual para escoger los vinos representativos de las diferentes categorías, al que pueden presentarse las bodegas inscritas que lo deseen. Los ganadores representan a esta entidad durante un año en actos públicos en los que participa el Consejo. En la primavera se celebrará una segunda tanda de vinos seleccionados para 2023, con los tintos.
En la cata de este año, el Consejo ha contado con un invitado de lujo, el especialista en vinos del mundo Joaquín Gálvez, que está muy agradecido por la experiencia. Tras su participación: “la elección se ha realizado entre vinos dentro de la excelencia. Ha sido también más que interesante comprobar el amplio abanico de estilos que se elaboran, desde blancos muy refrescantes, de perfiles gustativos suaves y otros más corpulentos, hasta vinos con acideces firmes, en ningún caso exageradas”.
Además, “los rosados han sido vinos que han invitado a reflexionar entre las posibilidades estilísticas. Había por tanto vinos con un perfil muy de moda, con ligereza de color, que se veía reflejado también con un paladar más delgado. Para mi alegría los finalistas presentaban caracteres más típicos de la zona, como de la Bobal, siendo vinos generosos en color y con una boca muy amable y estructurada, con una enorme y grata persistencia gustativa”.
El apartado de los espumosos, “el ganador es fresco y refrescante con una magistral integración de la burbuja que se funde en boca como si de una “mousse” se tratase. Me gustó mucho también catar espumosos con color prácticamente tinto, con lo que el abanico gustativo era amplísimo, enhorabuena”.