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Una estrategia de país, clave para que la Ley de la Restauración de la Naturaleza sea un éxito

El actual reto europeo de rehabilitar al menos el 20% de los ecosistemas degradados de aquí a 2030 pasa en España por constituir un Plan Nacional que acompañe la Ley de la Restauración de la Naturaleza (LRN) que se aprobó, no sin polémica, el pasado 17 de junio en el Consejo de Europa. Se trata de sentar las bases para recuperar una naturaleza que nos permita hacer frente a la crisis climática, las sequías, los incendios, la pérdida de biodiversidad y garantizar el futuro del país. Para ello, es necesario que desde el principio se aborde como una “estrategia de país” en la que puedan aportar soluciones todos aquellos que trabajan en estos temas. 

Esta es una de las conclusiones de la sesión técnica del Congreso Nacional de Medio Ambiente (CONAMA2024) titulada “Retos del nuevo reglamento de Restauración de la Naturaleza”  que ha contado con una sala a rebosar. Gracias a diferentes expertos se ha desgranado “el core” de la LRN y el proceso que vertebrará el Plan Nacional.  Asimismo, se ha hablado de retos y oportunidades para generar nuevos marcos, nuevas modalidades de gestionar el territorio. El objetivo: afrontar amenazas como el cambio climático o revertir el abandono rural, conjugando conocimiento tradicional con conocimiento moderno.

Este marco normativo se desarrolló y aprobó bajo un contexto político complejo y para su implementación efectiva requiere la interacción del reglamento con otras políticas, (como las de protección ambiental, cambio climático y seguridad alimentaria), plantea desafíos importantes en cuanto a la coherencia de los objetivos y la armonización de su implementación. El trabajo conjunto, es decir, esa “estrategia de país” es la clave para coordinar esfuerzos a diferentes escalas y conseguir revertir la degradación de los ecosistemas.

Fundación Global Nature (FGN) ha apoyado esta sesión técnica y ha moderado de mano de su directora técnica, Amanda del Río, y su coordinadora de políticas y cambio climático Vanessa Sánchez, dos de las tres mesas principales. En sus discursos han destacado puntos como la necesidad de un trabajo en conjunto, la importancia de divulgar y llegar a todos los implicados para entender la oportunidad que supone, así como el gran desafío de medir, con metodologías y datos, para ser capaces de tomar decisiones y conseguir que la restauración sea  efectiva y ampliar, además, la posibilidad de inversión.

La figura de la financiación de los proyectos de restauración queda lejos de ser un gasto, sino que supone una inversión. En este sentido, el subdirector general de Biodiversidad Terrestre y Marina del Miteco, Fernando Magdaleno, ha destacado que cada euro invertido puede revertir en 8 euros de beneficio. 

La financiación, sin duda, es clave. “Se hablado sobre financiación pública, pero también de financiación privada y mecanismos innovadores de financiación. Las grandes conclusiones apuntan a que necesitamos garantizar la seguridad jurídica, crear garantías para que los inversores sientan que los riesgos están controlados, contar con unas reglas de juego transparentes, que atraigan así al inversor privado y que, además, hagan posible los partenariados públicos privados”, en palabras de Del Río.

La Ley de la Restauración de la Naturaleza ha de vertebrarse en un Plan Nacional conjunto, con una estrategia de país que incluya a las entidades locales y a las comunidades autónomas, donde participen sectores económicos clave, y donde entre todos articulemos acciones de restauración.