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Un estudio comparativo sitúa a Tang Gold como la variedad más rentable en mandarinas tardías

Un estudio de los servicios técnicos de Eurosemillas confirma que Tang Gold -conocida como Tango- es, con diferencia, la mandarina ‘de autor’ más rentable. El informe realiza un análisis comparativo del recorrido a diez años de las tres variedades tardías de más éxito en el campo y en los mercados -de Orri, de la propia Tango y de Nadorcott- y en el caso de ésta última, considera la doble posibilidad de cultivarse con malla de protección para aislarla de la polinización cruzada -y reducir el número de semillas en el fruto- o hacerlo sin ella.

 

 

Las tres variedades -Nadorcott, Tang Gold y Orri- son easy peelers y rentables. En la imagen una visita a una finca de Eurosemillas en Sevilla

 

Al finalizar el plazo estimado, en los cuatro casos se acredita la rentabilidad pero en muy diferente grado: Tang Gold es la que más beneficio bruto acumulado genera al agricultor al final del decenio (143.625 euros/hectárea –ha-), un 18,5% que la segunda más rentable, la Nadorcott cultivada al aire libre (115.970 €/ha); la antigua ‘Afourer’ cubierta con malla (105.385 €/ha) se sitúa casi a su altura y la variedad de origen israelí (95.226 €/ha), pese a sus excelentes precios en origen y destino, quedaría pues en un segundo escalafón en cuanto a la rentabilidad económica.

Y esto es así gracias a los menores costes de producción de Tang Gold frente a Nadorcott (por ahorrarse el mallado y/o los tratamientos fitosanitarios para ahuyentar a las abejas o incluso para mejorar el cuajado de la fruta) y al hecho de requerir para su cultivo de royalties moderados, frente al caso de Orri. Junto a ello, y también a diferencia de la mandarina obtenida por el Volcani Center de Israel, la patentada por la Universidad de California es de muy fácil manejo, entra en producción antes y acumula mayores rendimientos. Factores que determinan, junto a sus buenos precios en origen y demanda estable, que los agricultores licenciatarios de Tango puedan amortizar mucho antes su inversión inicial: a los cinco años de plantarla ya obtiene un cash flow positivo, plazo de tiempo que también se cumple con la Nadorcott con y sin malla; en el caso de Orri, en cambio, se requieren siete años.

 

Nadorcott y Tango entran en producción antes, al tercer año y son más regulares en su producción por árbol que Orri

 

Los ingresos

La comparación se ha realizado partiendo de un marco de plantación común para los tres tipos de mandarinas, de 5 por 4 metros, lo que arroja una densidad por hectárea de 500 árboles. Se han analizado los precios en origen registrados para cada una de las tres variedades, cuatro en la práctica, al diferenciarse la Nadorcott que se cubre, de la que no. Estas cotizaciones en campo, basadas en la experiencia real que han registrado las principales lonjas de precios y de unas proyecciones ponderadas, parten de las excelentes cotizaciones acumuladas por Orri -que repite, año tras año, como la mandarina más cara en el campo, con precios estables que han llegado a superar al euro por kilo (1,10 €/kg) entre 2015 y 2018-; dejan en un segundo escalafón a Tang Gold y a la Nadorcott producida con malla, a las que se le ha atribuido precios muy similares (entre 0,85 €/kg y 0,60 €/kg) y dejan en un tercer nivel a la Nadorcott al descubierto, a la que se le otorga una amplia horquilla de entre 0,40 y 0,70 euros/kg, al estar penalizada porque suele sufrir una considerable presencia de semillas.

“Hemos preferido pecar de conservadores y pese a que la Nadorcott cultivada bajo cubierta sigue teniendo un pequeño porcentaje de ‘pinyols’, le hemos asignado casi el mismo precio que a Tang Gold, que es 100% seedless”, explican los autores del estudio. Esta situación, conforme Tango vaya ganando en volumen de producción (situado en esta campaña en unas 80.000 Tm comercializables en toda la cuenca mediterránea, fundamentalmente en España), no se espera que se mantenga en los próximos años y en las proyecciones de las próximas campañas (la de los años 2021 a 2024), los autores consideran que el diferencial a favor de la mandarina sin pepitas y en contra de la antiguamente conocida como Afourer, se ensanchará (más en contra de la producida sin malla, que la que sí la gasta). “Conforme haya más posibilidades de escoger una mandarina sin semillas, el mercado creemos que castigará más a las que sí tengan”, confirman desde el departamento técnico de Eurosemillas.

 

Tang Gold es '100% seedless'. La Nadorcott, mallada y la Orri son 'low seed' (con baja presencia de semillas)

 

Para obtener los ingresos totales en el decenio, las cotizaciones se han multiplicado, en cada año, por la producción media por árbol. En el caso concreto de la Nadorcott cultivada con malla, se le ha aplicado unas pérdidas del 10%, un porcentaje reductor que se atribuye a la merma en el rendimiento y en el cuajado que provoca este sistema de aislamiento al impedir la acción polinizadora (hay artículos científicos que elevan tal porcentaje hasta el 40/50% pero dicha pérdida es parcialmente recuperable con ciertos tratamientos). En el de Tang Gold, por su parte, se ha tenido en consideración la pérdida de kilos derivada del menor calibre que esta mandarina suele presentar con respecto a la de origen marroquí (que se corresponde con el espacio que ocupan las semillas, que Tango no tiene).

Como confirman los estudios realizados por la Universidad de California Riverside –obtentora de la variedad- o el propio IVIA y ratifica también la experiencia vivida en los campos españoles, Tango y Nadorcott entran en producción sensiblemente antes que Orri y comienzan a dar frutos un año antes (a partir del tercero, del cuarto en el caso de Orri). Con el paso del tiempo y la mejora en el manejo de esta variedad se han considerado una mejora en la productividad de la mandarina israelí que, eso sí, no podrá nunca evitar su condición de variedad vecera o alternante.

Todas estos rendimientos por árbol, como en todos los demás parámetros, se han ponderado para obtener unos ingresos por hectárea (con 500 árboles) en cada año y para cada variedad.

 

La mayor parte de las plantaciones de Nadorcott y de Tang Gold, se comercializaron con unos royalties de 20 y 30 euros por árbol, respectivamente. La rentabilidad de Orri se ve seriamente penalizada por el pago de sus altos derechos (65 euros/árbol)

 

Los costes de producción

Del lado de los costes, se han considerado los royalties más habituales asumidos por los productores, aquellos con los que se han plantado la mayor parte de la superficie hoy existente en nuestro país de las tres variedades (de 30 euros/árbol para Tango; de 20 euros/árbol en el caso de Nadorcott y de 65 euros/árbol en el de Orri). Éstos fueron los derechos mayoritariamente asumidos en sendos procesos de regularización de estas dos últimas variedades protegidas (Eurosemillas aunque también ha hecho regularizaciones en algunos casos puntuales, no estableció plazo alguno para legalizar plantaciones). Se han descartado otras cantidades por este mismo concepto más altas: tanto en el caso de Tango –que ahora se comercializa a precios más altos de los estipulados en el estudio) como en el caso de Nadorcott y Orri, que fueron objeto de un importante movimiento especulativo en la compra-venta de derechos de plantación.

 

Los costes de cubrir los campos de Nadorcott penalizan a esta mandarina aunque la inversión necesaria se amortiza en el mismo año que en el caso de Tango (al quinto, según el estudio)

 

A esa cantidad se le ha sumado el coste del material vegetal adquirido en los viveros autorizados (de 7 euros/planta en el caso de Tang Gold y de 6 euros/planta en el de Orri y Nadorcott) y se les ha asignado la misma inversión por hectárea (tratamientos, riego, fertilización, poda…) para el manejo del cultivo –de 6.000 euros/ha-. Junto a ello, se han considerado unos gastos derivados de la plantación inicial de 500 euros/ha. Y en tercera instancia, se han evaluado igualmente como otro coste las cantidades que los licenciatarios asumen por kilo comercializado para el etiquetado de la fruta (de 0.02 euros/kg en Tang Gold y Nadorcott y de 0,03 euros/kg, en el de Orri) 

En el caso de la Nadorcott cubierta, los autores del estudio han calculado un coste de 5.000 €/ha para un tipo de mallado de ‘quita y pon’, a renovar cada 5 años. Esta inversión (cada 5 años) también podría considerarse como una amortización que se aplicaría en el caso de optar por una estructura fija –que comporta una inversión de unos 30.000€/ha-. Con la cifra propuesta se cubrirían pues ambos casos.

Variabilidad

Como parece lógico pensar, este estudio es una aproximación a la realidad de la explotación de estas tres variedades ‘de autor’ y la casuística, dependiendo de las circunstancias de cada cual, puede ser muy amplia. “En un contexto de crisis citrícola generalizada, la apuesta por este tipo de mandarinas tardías está garantizando una rentabilidad muy superior a la de cualquier otra variedad, sensiblemente mayor tanto al resto de las mandarinas tardías como al conjunto de las clementinas”, advierten desde los servicios técnicos de Eurosemillas.