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LA UNIÓ reclama a la UE que habilite un corredor de seguridad en Francia para que los productos hortofrutícolas valencianos lleguen a los mercados europeos

La Unió Llauradora exige a las autoridades de la Unión Europea que establezcan de forma urgente un corredor de seguridad para garantizar lo más pronto posible la libre circulación por territorio francés de los productos hortofrutícolas de España y de la Comunitat Valenciana.

Los máximos responsables europeos deben obligar a los Estados miembros, en este caso y una vez más Francia, a asegurar el comercio intracomunitario. “No se pueden tolerar los obstáculos que ponen continuamente nuestros homólogos franceses a la libre competencia y a la libre circulación de nuestros productos. Reclamamos medidas de control y que se respete la legalidad comercial europea”, señala Carles Peris, secretario general de LA UNIÓ.

Estas actuaciones de bloqueo en las fronteras y carreteras ponen en peligro campañas de productos perecederos del sector hortofrutícola, muy importantes para el campo de la Comunitat Valenciana, como la de cítricos ya bastante paralizada en las últimas semanas debido entre otras cosas al aumento de las importaciones.

“Hay variedades de cítricos que se encuentran en su momento óptimo de recolección y algunas se pueden echar a perder por sobremaduración si no se soluciona de forma rápida el bloqueo. Las Clemenvillas por ejemplo están cayendo del árbol y todo lo que sea retrasar la recogida provoca problemas, un solapamiento de variedades y una presión a la baja en los precios”, asegura Peris.

LA UNIÓ recuerda a los agricultores franceses que se equivocan en la dirección de sus protestas porque el sector agroalimentario francés también exporta fruta hacia el Estado español y lo que están haciendo es romper las reglas de juego.

“Comprendemos sus problemas, pero no hay que olvidar que atacar nuestras frutas y hortalizas, vino o leche agrava la crisis de precios y hay que luchar conjuntamente por romper el abuso de posición de dominio de la gran distribución europea a la hora de fijar precios, así como exigir que las importaciones de terceros países cumplan con las mismas condiciones de calidad, seguridad alimentaria y respeto al medio ambiente que se nos exige cada vez más a los agricultores europeos”, asegura Peris. 

La organización apuesta porque la Comisión Europea garantice un funcionamiento equilibrado de la cadena alimentaria y con medidas efectivas contra las prácticas comerciales desleales de la industria y la distribución, que son las que manipulan los mercados internos y de exportación y acaban llevando a los agricultores y ganaderos europeos a situaciones angustiosas.

Sobre las acusaciones de agricultores y Gobierno francés de no actuar con las mismas reglas productivas, LA UNIÓ recuerda que “la normativa europea es la misma para todos los Estados miembro, la más estricta y restrictiva del mundo, y si Francia la ha endurecido todavía más, el problema no es nuestro, sino que el foco de la protesta debería ser contra el propio Ejecutivo galo”, indica el secretario general de LA UNIÓ. 

Precisamente, y entre otras cosas, para lograr un mejor funcionamiento de la cadena alimentaria y exigir una reciprocidad en las importaciones de terceros países, LA UNIÓ tiene convocadas ya este mes de febrero dos acciones de protesta. El próximo 7 de febrero habrá un corte en los accesos de PortCastelló y el 21 de febrero una tractorada que concluirá frente al Ministerio de Agricultura en Madrid.