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La eliminación temprana de la reducción del IVA en alimentos: un trascendente golpe de 36 euros al año para los consumidores

Desde el 1 de octubre de 2024, el Gobierno ha implementado un aumento gradual del IVA en los alimentos básicos, poniendo fin a la reducción temporal de impuestos aplicada como medida de alivio económico. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha expresado su preocupación, afirmando que la recuperación del IVA en los alimentos llega demasiado pronto, afectando de manera negativa a las familias españolas que aún lidian con el impacto de la inflación y el aumento sostenido del costo de vida.

Impacto inmediato: El aumento del IVA en octubre de 2024

El IVA aplicado a los alimentos básicos, que hasta el 1 de octubre estaba al 0%, ha subido al 2%. Por su parte, los productos que se beneficiaban de una tasa del 5% ahora enfrentan una nueva tasa del 7,5%. Este ajuste fiscal, aunque parece moderado, tiene consecuencias significativas para el poder adquisitivo de las familias, especialmente para aquellas que ya están batallando con presupuestos ajustados.

OCU advierte que este incremento supone un primer golpe para los hogares. Se estima que la recuperación del IVA, con este primer aumento, representará un incremento del 0,1% en el presupuesto familiar, lo que se traduce en 36 euros más al año para cada familia. Aunque este aumento inicial puede parecer insignificante, la OCU subraya que en enero de 2025 los precios volverán a subir, afectando aún más el bolsillo de los consumidores.

El siguiente golpe: enero de 2025

El Gobierno planea recuperar por completo las tasas originales de IVA en los alimentos a partir de enero de 2025. En esta fecha, los alimentos básicos que ahora pagan un 2% de IVA volverán a tener una tasa del 4%, mientras que los productos gravados actualmente con un 7,5% pasarán a estar gravados al 10%. Este segundo ajuste duplicará el impacto en las familias, que verán cómo el gasto adicional en alimentación ascenderá a 72 euros anuales.

Para muchas familias, este nuevo escenario financiero podría resultar en un ajuste difícil de manejar, especialmente si se considera el contexto económico general. La OCU argumenta que la economía doméstica aún no está en condiciones de asumir este incremento de costos, dado que los precios de los alimentos han experimentado un crecimiento considerable en los últimos años.

El encarecimiento de los alimentos: un problema persistente

La preocupación de la OCU no se limita únicamente al aumento del IVA. Los precios de los alimentos han aumentado en un 35,5% en los últimos tres años, según su estudio de supermercados. Este incremento no solo afecta a los hogares de menores ingresos, sino que también presiona a las familias de clase media, muchas de las cuales encuentran cada vez más difícil ajustar sus presupuestos a los precios actuales de la alimentación.

Un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) refuerza esta afirmación al señalar que, entre 2019 y 2024, la cesta de la compra en España ha aumentado un 14% más que los salarios, lo que ha llevado a una desconexión entre el poder adquisitivo y el costo de los alimentos. Este desajuste coloca a España como el tercer país dentro de la OCDE con la mayor brecha en este ámbito, lo que subraya la magnitud del problema.

¿Es el momento adecuado para recuperar el IVA?

Dado este contexto, la OCU ha sido clara en su postura: el Gobierno está eliminando la reducción del IVA demasiado pronto. La compra de alimentos continúa siendo un peso importante para los hogares, y la situación económica actual no ofrece suficientes garantías de que las familias puedan absorber estos aumentos sin sufrir un impacto significativo en su calidad de vida.

La OCU argumenta que hay motivos más que suficientes para que se mantenga la reducción del IVA en los alimentos de primera necesidad, al menos hasta que la inflación y los salarios se estabilicen en un nivel más equilibrado. Mantener esta medida temporal hasta que la economía muestre signos más claros de recuperación aliviaría a las familias y reduciría las tensiones financieras en los hogares más vulnerables.

Exigencias al Gobierno: una acción más decidida

Ante este panorama, la OCU no solo pide la prórroga de la reducción del IVA, sino que exige al Gobierno un conjunto de medidas adicionales para mitigar el impacto del incremento del costo de los alimentos en las familias más vulnerables. Entre estas medidas, destaca la necesidad de aumentar de manera urgente y sustancial el cheque de 200 euros para familias con ingresos inferiores a 27.000 euros anuales. Asimismo, la OCU insiste en que se amplíe el número de beneficiarios, incrementando los límites de ingresos para acceder a esta ayuda.

Al mismo tiempo, la organización señala que es imprescindible un esfuerzo concertado por parte de toda la cadena alimentaria. Desde los productores hasta los distribuidores, todos deben buscar soluciones que contribuyan a la reducción de los precios de los productos básicos, lo cual aliviaría significativamente la carga financiera de las familias.

El futuro incierto de la economía doméstica

A medida que el costo de vida sigue en aumento y los hogares intentan adaptarse a los cambios en los precios de los alimentos, la eliminación de las medidas fiscales que ofrecían cierto alivio económico parece, a ojos de la OCU, prematura y arriesgada. Los próximos meses serán cruciales para determinar si el Gobierno reconsidera su postura y extiende la reducción del IVA, o si las familias deberán enfrentar un incremento sostenido en sus costos alimentarios, lo que podría agudizar las tensiones económicas en un escenario ya complejo.

En este contexto, las decisiones políticas serán fundamentales para el bienestar de las familias españolas. Proteger el poder adquisitivo de los hogares, especialmente en un momento de incertidumbre económica, debería ser una prioridad. Si bien el Gobierno debe equilibrar sus propias necesidades fiscales, la OCU insiste en que las familias no deberían cargar con el peso de un ajuste prematuro.