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Fernando Pradells, presidente de la Plataforma Forestal Valenciana: "No se puede aplicar en la conservación y gestión de la naturaleza el principio de todo para el pueblo, pero sin el pueblo"

Fernando Pradells ha sido elegido recientemente como nuevo presidente de la Plataforma Forestal Valenciana (PFV), que agrupa a los propietarios forestales privados de la Comunitat Valenciana. Agronews CV ha aprovechado su nombramiento para realizarle una entrevista.

P.- ¿Cómo afronta la presidencia al frente de la Plataforma Forestal Valenciana?

R.- Con una mezcla de tristeza e ilusión. Tristeza porque deja el cargo el mejor presidente que la PFV puede tener, José Vicente Oliver, al que todo el sector le debe gratitud infinita, y con ilusión por afrontar este reto y poder representar de una manera digna a nuestro querido sector forestal.

P.- ¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta la PFV a partir de ahora?

R.- Los retos y las líneas de trabajo a seguir son las iniciadas desde que la PFV se constituyó. Los que trabajamos en la actividad agroforestal sabemos del largo plazo, y con las lógicas actualizaciones los logros llegarán manteniendo las posiciones que hemos consensuado entre todos.

Es muy importante reconocer que, debido al éxodo en las zonas de interior, ha habido una generación que no ha vivido la tradicional provisión de bienes del mundo rural a las zonas urbanas, es decir, se ha olvidado que muchos de esos productos que consumen se obtienen de la ordenación y gestión de los recursos naturales. Se torna fundamental que la sociedad reconozca la labor de los gestores, de los propietarios y de los silvicultores como proveedores de esos bienes y servicios, y a la silvicultura una actividad a fomentar y proteger.

Los productos forestales, en el marco de la estrategia para la promoción de la bioeconomía y economía baja en carbono que se está impulsando desde Europa, van a ser clave. Madera para bioconstrucción, astilla para energía y tableros, fibras para bioplásticos, tejidos y embalajes, ganadería extensiva como producto de calidad alimenticia, resinas naturales, miel, corcho, etc. van a ser productos sustitutivos de derivados del petróleo a promocionar, si de verdad queremos mitigar los efectos del cambio climático. Es curioso que algunos sectores que se autoproclaman “ecologistas” se opongan a esto. Invirtiendo en I+D+i y con una legislación coherente, es perfectamente rentable y tenemos claros ejemplos. Sin esa pequeña, pero esencial función productora, el monte dejará de ser protector, con modelos de combustible mucho más propensos al aumento del riesgo de gran incendio forestal.

Otro gran reto al que nos enfrentamos es que se reconozca el gran valor que los ecosistemas forestales prestan a toda la sociedad y se articulen mecanismos para su correcta compensación. La fijación de CO2, la regulación del ciclo hidrológico, la conservación de la biodiversidad y el paisaje, deben ser cuantificados económicamente, asignándoles un precio de mercado. No se puede aguantar ni un minuto más que ningún gobierno hasta la fecha no haya iniciado un análisis sobre este tema crucial.

Los productos forestales, en el marco de la estrategia para la promoción de la bioeconomía y economía baja en carbono que se está impulsando desde Europa, van a ser clave

Para finalizar, es necesaria una reforma en profundidad de la Administración. Progresivamente debe ir dando pasos atrás en su papel casi omnipresente, dedicándose a legislar y hacer cumplir las normas, y que sean los actores de los territorios rurales los auténticos protagonistas de la ordenación y conservación de la naturaleza, con capacidad de decisión y presupuesto digno. El éxito de la conservación no pasa por grandes empresas públicas e inversiones millonarias, que no dejan nada en el territorio, y ha habido claros ejemplos: plan 40.000 y mejoras de hábitats Red Natura 2000. Presupuestos más sostenibles, anuales, dando trabajo desde los territorios a pequeñas empresas radicadas en ellos, fijando población, es mucho más eficiente social, ambiental y económicamente y empodera a la sociedad rural. No se puede aplicar el principio de todo para el pueblo, pero sin el pueblo, a la conservación y gestión de la naturaleza. Así nos va.

P.- ¿Qué posición ocupa el sector forestal valenciano a nivel nacional, desde la óptica de la PFV?

R.- En la oferta, los productos forestales de la Comunitat Valenciana no son relevantes en cuanto a producción. Comenzar a revertir el proceso es una prioridad mencionada anteriormente. El único es la miel, con Ayora como referente, si bien su recolección es en todo el territorio nacional. Como demandantes sí tenemos una importancia significativa, porque, a pesar de la crisis, nuestras industrias derivadas de la madera siguen consumiendo bastante materia prima.

Como sociedad civil forestal estructurada, sí tenemos una posición relevante a nivel nacional. La PFV ha sido replicada con éxito a nivel estatal bajo la figura de Juntos por los Bosques y existen movimientos interesantes en otras autonomías como Aragón o Catalunya para formalizar estructuras similares.

P.- ¿Cómo valora las recientes ayudas al sector forestal desde Medio Ambiente de la Conselleria?

R.- Estas ayudas vienen derivadas del Plan de Desarrollo Rural 2014-2020, donde la PFV tuvo un importante rol a la hora de influir en el presupuesto y las medidas. En el anterior periodo de programación (2007-2013) se destinó apenas un millón de euros al sector forestal. En los años 2013-2014, tras una fructífera negociación con la Generalitat, se consiguió aumentar hasta casi los cincuenta millones, siendo en sus orígenes alrededor del 50 % destinadas a la sociedad civil. No obstante, las modificaciones posteriores que han sufrido estas medidas y su articulación, hace que no cumplan las expectativas que habían originado en el sector.

P.- Al final, ¿qué repercusión tendrán estas ayudas en los propietarios forestales?

R.- Después de casi ocho años sin ayudas reales se espera por lo menos que haya una activación de la propiedad. La Ordenación Forestal y los Planes Técnicos de Gestión Forestal son básicos y deben ser el primer pilar en el que debe basarse la gestión.

P.- ¿Qué trabajos forestales contemplados en esta orden de ayudas considera que se deben realizar con mayor celeridad en nuestros montes?

R.- Los clareos de masas hiperdensas de pinar de regeneración post incendio son fundamentales por la disminución del riesgo de gran incendio y también para la formación de masas con mejores aprovechamientos en el futuro.

P.- ¿Cuáles son las virtudes y las carencias que observa en este paquete de ayudas?

R.- Las virtudes son evidentes: inyección económica para la ordenación y gestión forestal. Esperemos que pueda ser ejecutado todo el presupuesto, pues hay algunas trabas burocráticas que harán que muchos propietarios no puedan acogerse a ellas.

Las ayudas de la Conselleria de Agricultura pueden suponer una inyección económica para la ordenación y gestión forestal

Como carencias fundamentales destacaría la “tarifa plana” para los trabajos forestales. No puede ser que un clareo de pinar se subvencione con algo más de 900€/ha y no se valore técnicamente su coste real, en función de su densidad o pendiente. Sin embargo cuando este trabajo se ejecuta por la Generalitat o empresas públicas a través de tarifas oficiales pueden llegar a más de 2.500€/ha. Otro tipo de carencia evidente es la no-apuesta por los proyectos tractores e integrales de los productos forestales. De la propuesta inicial de la PFV, mediante un sub-programa temático y específico en la materia, al resultado final, nos hace presagiar que tan solo servirán para renovar maquinaria forestal, tarea importante, pero no lo que podría asegurar ciclos viables en la triple dimensión (social, ambiental y económica) a largo plazo.

P.- ¿Qué papel cumplen los propietarios forestales privados en la Comunitat Valenciana?

R.- Las acciones de comunicación deben ser fundamentales e inmediatas. Ante la invisibilidad, pueden ser necesarias medidas de choque que puedan parecer incluso radicales, muchas veces fuera del propio ámbito del medio ambiente. ¿Por qué la actividad rural tradicional en general y forestal en particular no podría ser declarada Bien de Interés Cultural? ¿Acaso la despoblación no puede acabar con estos elementos de nuestro patrimonio y conocimientos seculares?

P.- ¿En qué momento se encuentra la propiedad forestal privada en la Comunitat Valenciana?

R.- Necesita de un poder político que se preocupe, de una vez por todas, de estructurarla y crear herramientas para su gestión. Deberemos hacer sacrificios, todos. Concentraciones parcelarias, agrupaciones de propietarios en torno a los Montes de Utilidad Pública, colaboración público-privada en la gestión… son medidas necesarias y que se deberán asumir, con el coste que supongan. El propietario agroforestal es, por lo general, conservador pero hay que romper esa tendencia, o de lo contrario acabará algún iluminado de turno proponiendo que todo sea público, lo que de ninguna manera asegura una mejor gestión y supone un coste enorme para unas arcas autonómicas completamente vacías.

Creo que deberíamos implantar el concepto, ya desarrollado en algunos países, de Unidad Forestal Familiar, que consiste en calcular la superficie forestal para que sea viable vivir una familia de su gestión, e ir creando estas estructuras bajo la colaboración público-privada en forma de alquiler, concesiones… etc., también de los Montes de Utilidad Pública, ¿por qué no?

P.- ¿Cómo valora la destitución de Julià Álvaro y la entrada de Fran Quesada en la Secretaria de Medio Ambiente?

R.- Julià Álvaro representaba las nuevas formas, pero igual fondo, acentuado sin duda por intentar contentar a un sector del lobby ecologista, elitista y sin relación con el medio, a costa de capar algunos proyectos interesantes que empezaban a desarrollarse en los terrenos forestales y haber mandado a decenas de familias al paro. Así será recordado por la sociedad civil forestal organizada.

Sobre Fran Quesada, tal vez sea muy pronto para hacer valoraciones, hay que darle un margen de confianza. Si se muestra una persona capaz de luchar para que la bioeconomía, la gestión forestal sostenible y la compensación de los servicios ambientales sean una prioridad para el aumento de la calidad de vida del mundo rural, nos tendrá trabajando codo con codo con él. Por sus actos y sus consecuencias para el medio forestal será recordado.

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