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El Consell aprueba el Plan de Seguridad Alimentaria 2021-2025 para preservar la salud y seguridad desde la producción hasta el consumo

El Pleno del Consell ha aprobado el Plan de Seguridad Alimentaria 2021-2025, que contiene el conjunto de análisis, diagnósticos, objetivos, líneas de actuación, programas y acciones de carácter interdepartamental conducentes a garantizar la salud y seguridad de los consumidores en materia alimentaria.

El objetivo del plan es la protección de la salud de la población frente a los riesgos vinculados con el consumo de alimentos, así como garantizar la actuación coordinada de las administraciones competentes en materia de Salud Pública, Agricultura, Medioambiente y Consumo y la participación activa de los representantes del sector empresarial agroalimentario, del sector de producción agrícola y ganadera, de las cooperativas agroalimentarias y de los consumidores y también a la Federación Valenciana de Municipios y Provincias y el Ayuntamiento de València.

El plan se enmarca en el ámbito de la política de seguridad alimentaria impulsada por la Unión Europea y, concretamente, en el contexto conformado por el conjunto de reglamentos de higiene y control oficial que viene a establecer la regulación básica que, en esta materia, es de aplicación a todas las etapas de la cadena alimentaria (desde las fases primarias de producción hasta la mesa de los consumidores finales)

Si bien en la Comunitat Valenciana se ha venido articulando en planes previos la organización y actuaciones en el ámbito de la seguridad alimentaria, el Plan 2021-2025 reúne el conjunto de controles oficiales de las administraciones competentes en las fases de elaboración, envasado, almacenamiento, distribución y venta de los alimentos; de los programas de seguridad, protección y sanidad de la producción agraria, bienestar animal, así como el control oficial de la calidad comercial de los alimentos producidos en la industria agroalimentaria

Asimismo, el Plan 2021-2025 incorpora aspectos relacionados con el fomento de prácticas sostenibles como la gestión del desperdicio alimentario, incluida la donación de alimentos, así como la aplicación de buenas prácticas para la reducción del uso de materiales y objetos plásticos en contacto con alimentos y la aplicación de medidas contra el fraude alimentario.

Además, se incorporan al control oficial actuaciones para garantizar la venta de alimentos y bebidas saludables a través de máquinas expendedoras de alimentos en el entorno escolar y el servicio de menús saludables en comedores escolares y en centros residenciales para personas mayores.