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Primer trasvase de agua del Júcar al Vinalopó de 4,7 hectómetros cúbicos

El trasvase de agua del Júcar al Vinalopó, 23 años años después de la firma y tras varios intentos fallidos, va a hacerse realidad. La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha aprobado un primer trasvase de 4,7hm3 entre ambas cuencas, con objeto de mejorar los niveles piezométricos de los acuíferos, dar una solución a los regadíos de las comarcas del Alto y el Medio Vinalopó y conseguir reducir la afección a los pozos de abastecimiento de los
municipios del interior.

La captación se realizará de aguas superficiales del río Júcar en el azud de La Marquesa situado en Cullera (Ribera Baixa), lo que permitirá ser respetuoso con el caudal ecológico el Júcar y con sus ecosistemas asociados, especialmente con la Albufera. En el año 2005 el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, con Cristina Narbona como ministra de Medio Ambiente, decidió cambiar la toma del inicio del trasvase desde la prevista inicialmente en Cortes de Pallás, en el nacimiento del río, al azud de la Marquesa, en la desembocadura, donde el agua, según los regantes alicantinos, perdía bastante calidad.

Ahora, los beneficiarios directos de este trasvase serán la Comunidad General del Medio Vinalopó (1,33 hm3), la Comunidad de Regantes Hondón de las Nieves (1 hm3) y la Comunidad de Regantes La Romana (2 hm3). A su vez, tendrán derecho a captar las entidades CR Percamp, CR Aliciri, CR Santa Bárbara de Ubeda, CR Casas Juan Blanco y CR Salinas, todas ellas integrantes de la Comunidad General del Medio Vinalopó. La conducción Júcar Vinalopó será gestionada por la sociedad mercantil estatal ACUAMED, mientras que de la distribución a
través del postrasvase hasta los usuarios finales se encargará la Generalitat Valenciana.

A partir de los años 50, con la mejora de las técnicas de prospección y extracción y la introducción de la energía eléctrica, se produjo una gran extensión de la superficie regada en las comarcas del Alto y del Medio Vinalopó así como un aumento considerable de la población atendida. Todo ello originó que se iniciara una importante y progresiva afección ambiental, llegando prácticamente a desaparecer el caudal circulante en el río Vinalopó. La afección también se hizo patente en la mayoría de aprovechamientos de aguas subterráneas, al producirse descensos muy acusados de los niveles piezométricos poniendo en peligro su propia subsistencia. El resultado, que se mantiene en la actualidad, es que gran parte de las masas de agua subterránea de la cuenca del Vinalopó se encuentren en mal estado cuantitativo; en algunas de ellas los volúmenes de extracción superan en más de seis veces los recursos disponibles y los descensos de los niveles piezométricos son superiores a 350 metros. En valor medio, la extracción de agua duplica los recursos disponibles de las masas subterráneas. Sin haberse producido avances hasta la fecha, La Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Júcar, en su reunión del 22 de septiembre de 2020, declaró seis masas en riesgo de no alcanzar el buen estado cuantitativo (declaración de sobreexplotación), de conformidad con lo establecido en el artículo 56 de la Ley de Aguas.

 

 

Datos técnicos del trasvase

La Conducción Júcar-Vinalopó es una infraestructura declarada de interés general del Estado cuyo objetivo principal es la transferencia de caudales sobrantes desde el río Júcar hasta la cabecera de la cuenca del Vinalopó, en las inmediaciones del municipio de Villena (Alicante). Estos caudales permitirán paliar la grave sobreexplotación de los acuíferos de las comarcas alicantinas del Alto, Medio y Bajo Vinalopó.

El trasvase tiene una longitud aproximada de 95 km. Incluye 2 túneles; grandes tuberías de transporte, con diámetros de 1.800 y 1.900 mm; 4 estaciones de bombeo, con un total de 45 MW de potencia instalada; y 3 balsas intermedias de regulación, con un volumen total de 300.000 m3, entre otras.

El presupuesto total de la Conducción supera los 335 millones de euros, habiendo financiado la Comisión Europea la construcción con 120 millones de euros. Casi 62 M€ fueron financiados con créditos bancarios y el resto (algo
más de 153 millones) con fondos propios de ACUAMED. Las pruebas de funcionamiento de la globalidad de la infraestructura se llevaron a cabo entre noviembre y diciembre del año 2010.

El compromiso de la CHJ es el de paliar la grave sobreexplotación de determinadas masas de agua subterránea del Sistema Vinalopó-Alacantí, en el ámbito de las cuales quedó constatada una situación de descenso continuado de los niveles piezométricos. Por ello, la Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Júcar, O.A., en su reunión de 22 de septiembre de 2020, adoptó, entre otros, el acuerdo de declarar seis masas de agua subterránea en riesgo de no alcanzar el buen estado cuantitativo. Estos acuerdos fueron publicados en el Boletín Oficial del Estado de fecha 8 de octubre de 2020, y venían referidos a las siguientes masas:

• 080.173 Sierra del Castellar
• 080.181 Sierra de Salinas
• 080.189 Sierra de Crevillente
• 080.174 Peñarrubia
• 080.160 Villena – Benejama
• 080.187 Sierra del Reclot

En ese sentido es de destacar que, tras la declaración de sobreexplotación, la Junta de Gobierno de esta Confederación Hidrográfica ha de aprobar, en el plazo máximo de un año desde que haya tenido lugar la declaración, un programa de actuación para la recuperación del buen estado de la masa de agua. Es más, hasta la aprobación del programa de actuación, se podrían adoptar las limitaciones de extracción, así como las medidas de protección de la calidad del agua subterránea que fueran necesarias como medida cautelar.

De todo lo anterior resulta que, en octubre de 2021 como fecha máxima, deberá estar aprobado el programa de actuación correspondiente a cada una de las seis masas de agua subterránea declaradas en riesgo de no alcanzar el buen estado cuantitativo. Dichos programas se encuentran ya en fase de elaboración.