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Opinión presidente DOP Alicante: El fondillón, pasado y futuro

* Antonio M. Navarro, presidente de la DOP Alicante.

Dos Fondillones Alicantinos acaban de recibir la mayor consideración que un vino español pueda recibir, y es ser nombrados “mejor vino de España 2020” por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en su concurso “Alimentos de España”. Es todo un orgullo para mí, como Presidente del Consejo Regulador de la DOP Alicante, ver este grandísimo reconocimiento por parte de la institución más importante del Estado de nivel alimentación y por la gran trascendencia de historia y calidad que tienen muchos de nuestros productos.

Se trata de dos casos excepcionales de bodegueros que han sabido defender este producto. Nos alegra especialmente el caso de Roberto Brotons, con sus vinos y aceites. Una persona discreta, trabajador del campo en Pinoso de toda la vida. Desde su sencilla bodega del Culebrón ha sabido mantener un patrimonio que ya su padre le enseño a cuidar y valorar y que, con mucho esfuerzo en esos años en los que nadie creía en el proyecto, ha sabido estar ahí y defenderse con discreción, sin ruido, solo con un producto que ha sido, es y será excelente. Ese Fondillón esperaba simplemente el paso del tiempo para que alguien fuese y lo valorase como es. Hoy es uno de los vinos con mejor currículum del mundo tras los últimos reconocimientos.

En el caso del Fondillón 50 años de Bodegas Monovar, nos entusiasma reconocer el ímprobo trabajo que Luis Miñano ha realizado en esta bodega. En pocos años, ha reestructurado, limpiado y restaurado, el enorme patrimonio de toneles y vinos que la bodega poseía en la villa natal de Azorín. Y con gusto, paciencia y buen juicio ha demostrado una fe, como pocos bodegueros alicantinos de mayor raigambre. El -que procede de la Mancha- ha sabido ver la fuerza del producto, su valor, y ha sabido presentarlo de una nueva manera al mundo. Nos llena de fuerza esta pasión y decisión y este carácter que él reivindica, “esto es un premio para todos”. Y es que en los últimos años vivimos un nuevo y pujante reconocimiento para los fondillones alicantinos.

Muchos de los profesionales del vino a nivel mundial se han interesado por el y han alabado su singularidad y sus enormes virtudes. Como señala por ejemplo Pedro Ballesteros “la magia de la monastrell en esta zona hace que se pueda criar este vino durante años sin ser tocado”. Junto a el Jancis Robinson, Sarah James, Ferran Centelles, Paco del Castillo, un gran conjunto de críticos independientes han escrito y reflejado su carácter y el trabajo que realizan los 10 bodegueros que guardan el producto y que trabajan -de veras con este producto más que con ningún otro- por un patrimonio común y por una comunidad de viticultores y bodegueros.

Lo desalentador es ver que en la provincia de Alicante, rara vez se ofrece el producto en los restaurantes más prestigiosos. Si dicen conocerlo, no lo tienen o no lo ofrecen; o incluso en algunos casos, hemos tenido que ver que nos lo ofrecían en garrafitas de cristal sin marca, ofreciendo un “Fondillón” como un licor cualquiera y ni siquiera en ese caso era tal. O las instituciones que no lo ofrecen ni en sus momentos más protocolarios.  

Este reconocimiento del Ministerio aun así, nos da nuevos aires para su defensa y promoción, para las elaboraciones que en futuro se hagan y para honrar a todos los que han trabajado con él en el pasado. Porque sin duda, alguna, el Fondillón es un producto que se trabaja en clave de tiempo: pasado y futuro. Y eso como protectores de Alicante es nuestro mayor disfrute. Salud.