Pasar al contenido principal

Mireia Mollà pide al Servicio de Vigilancia Marina el control de las embarcaciones para garantizar la protección de las ballenas

La consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, ha encargado al Servicio de Vigilancia Marina el control de las embarcaciones para garantizar la protección y el comportamiento responsable con las ballenas en las costas de la Comunitat Valenciana.

Mollà, que ha participado en Lisboa en la Conferencia de la ONU sobre los Océanos, ha solicitado a este Servicio pionero de conservación de las praderas de posidonia que grabe y documente las presuntas infracciones de los barcos de recreo y que incluya, entre sus trabajos de educación ambiental, informar sobre la normativa de protección de los rorcuales para evitar la mala praxis.

Ha anunciado, además, que convocará una reunión con el conjunto del sector náutico para promover el cumplimiento de la legislación que prohíbe la persecución de cetáceos (ballenas, delfines y marsopas), así como acercarse a ellos a menos de 60 metros.

La titular de Transición Ecológica se ha referido así al presunto acoso de algunos navegantes en el marco de una mesa redonda sobre el Mediterráneo Noroccidental, incluida en el programa complementario de la Conferencia.

En su intervención, junto a sus homólogos en Cataluña e Islas Baleares, Teresa Jordà y Miquel Mir, respectivamente, ha pedido reducir la velocidad de las embarcaciones en el Mediterráneo para rebajar a la mitad el riesgo de colisión con un cetáceo y las emisiones de CO2 más de un 10%.  “Desacelerar mitiga el punto negro de ruido submarino en favor de la supervivencia de los animales, además de luchar contra el impacto de la emergencia climática en el medio marino”, ha indicado.  

“Cuando los informes del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático) apuntan al Mediterráneo como epicentro del Cambio Climático debemos observar su impacto no solo en el litoral, sino también en el ecosistema marino”, ha argumentado Mollà.

En esta línea, ha expuesto la estrategia valenciana de conservación de la posidonia, que cuenta con un decreto para mantener y recuperar estos bosques submarinos; fuentes de biodiversidad y potentes sumideros de carbono.

El decreto, aprobado el pasado 20 de mayo, establece un régimen de protección basado en aumentar la información sobre las praderas, regular los vertidos y fondeos y elaborar, de forma coordinada con los municipios, un plan de seguimiento y buenas prácticas en la gestión de los arribazones que llegan a las playas.

El corredor de migración de cetáceos del Mediterráneo ocupa más de 46.300 kilómetros cuadrados frente a las costas de Comunitat Valenciana, Cataluña y las Islas Baleares. Este espacio compartido motivó la reciente I Cumbre Mediterránea por el Medio Ambiente y el Clima, en el que los tres gobiernos autonómicos firmaron una declaración conjunta instando al Gobierno a “acelerar, a través de políticas transversales, la mitigación y adaptación al cambio climático, ante el contexto de emergencia climática, especialmente acusada en la cuenca Mediterránea”.

La Comunitat Valenciana pionera en protección marina

La Comunitat Valenciana fue pionera en protección del medio marino, con las primeras Reservas Marinas de Tabarca (1986) y Columbretes (1990), seguidas por los espacios marinos litorales incluidos en la Red Natura 2000. La salvaguarda del mar valenciano se completó en 2018 con el mayor corredor de cetáceos del Mediterráneo. Ha impulsado también uno de los primeros programas de recuperación de tortugas.