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Mañana entra en vigor la Ley de Estructuras Agrarias tras su publicación en el DOGV

El Diario Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) ha publicado hoy la Ley de Estructuras Agrarias, cuyo principal objetivo es establecer un nuevo marco general que impulse la mejora de las estructuras agrarias en la Comunitat Valenciana. 

Para ello, integra la normativa preexistente, tanto autonómica como estatal, actualiza y desarrolla aspectos no contemplados en las leyes en vigor, e introduce innovaciones mediante nuevos instrumentos para impulsar la mejora y el cambio estructural del campo valenciano. 

La ley, que puede consultarse íntegramente pinchando aquí, define el suelo agrícola infrautilizado con el objetivo de poder inventariar la magnitud del problema de las parcelas abandonadas y hacer un seguimiento de las mismas. Se crea la figura de agente dinamizador, como persona que impulsará técnicamente la gestión del territorio. 

Ofrece herramientas de planificación e información para las políticas agrarias, y en general para todos los agentes del sector, tales como los mapas agronómicos. Se crea una red de oficinas gestoras de tierras, que consolida y apoya a las experiencias de bancos de tierras existentes y prevé la constitución de la red de tierras que contribuirá a connectar la oferta y la demanda de parcelas agrarias y a la movilidad del suelo. 

Así se contribuirá a movilizar parcelas a favor de agricultores y agricultoras profesionales y de Iniciativas de Gestión en Común (IGC), una nueva figura que se crea con la ley. Se plantean, asímismo, medidas de apoyo público a la reestructuración parcelaria con apoyo del Consell y se introducen incentivos fiscales a la adquisición y al arrendamiento de fincas rústicas. 

Sector estratégico con debilidades estructurales 

La ley favorece la promoción de la adaptación y mejora de los regadíos y medidas que fomentan el uso racional y eficiente del agua; incorpora las obras con objetivos ambientales en relación a la adaptación y mitigación del cambio climático y considera la promoción de las energías renovables y las intervenciones para conectar el medio rural con la sociedad de la información y la comunicación. 

En definitiva, la nueva Ley de Estructuras Agrarias sienta las bases para un necesario cambio estructural de la agricultura valenciana, un sector estratégico aquejado de debilidades estructurales, tales como el elevado minifundismo, la dispersión parcelaria, la excesiva relevancia de la agricultura a tiempo parcial, el envejecimiento o la falta de relevo generacional, junto a la escasa movilidad del mercado de tierras y la atomización de las estructuras comerciales, que sitúan a los productores en una situación de desventaja en la cadena de valor.