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Las organizaciones agrarias valencianas valoran de forma positiva la retirada de los aranceles entre la UE y EEUU

Las organizaciones profesionales agrarias de la Comunitat Valenciana (AVA-ASAJA, LA UNIÓ y ASAJA Alicante) valoran de forma positiva la suspensión alcanzada entre Estados Unidos y la Unión Europea por cinco años de los aranceles a los productos agroalimentarios, aunque matizan con puntos de vista diferentes.

A juicio de AVA la suspensión era un “abuso y fruto de una injusticia” donde los agricultores europeos son los que han pagado los platos rotos por una disputa aeronáutica en el que ambas partes habían cometido el mismo delito. En este sentido, la organización pide a la UE que compense a través de medidas de apoyo a los sectores agrarios valencianos y españoles que se han visto gravemente perjudicados por esta guerra comercial desatada por causas ajenas.

Los aranceles del 25% impuestos desde 2019 a los cítricos han acabado reduciendo a cero las exportaciones de clementinas desde el puerto de Castellón rumbo a EEUU. De cara a la próxima campaña, la organización prevé serias dificultades para reconquistar este mercado por el terreno perdido durante estos años frente a países terceros como Marruecos. Los envíos españoles de vino con destino a EEUU han bajado a la mitad, pasando de unas ventas anuales de 283 millones a 139 en la pasada campaña. Peor comportamiento han tenido las exportaciones de aceite, que se han desplomado un 80% durante dicho conflicto en el que era el segundo importador mundial tras Italia.

El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, lamenta que “la solución diplomática que hemos pedido todo este tiempo no haya llegado hasta que la UE tenía luz verde por parte de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para contrarrestar con aranceles por valor de 3.300 millones de dólares en productos de todo tipo entre los que, sorprendentemente, Bruselas no había incluido a la almendra a pesar del extraordinario impacto que tienen las importaciones californianas sobre la rentabilidad de nuestros productores. Nos alegramos del giro que ha dado la Administración Biden porque EEUU es un mercado muy interesante con 328 millones de consumidores potenciales, pero la UE debe demostrar una mayor defensa y sensibilidad hacia los intereses de sus agricultores y ganaderos”.

LA UNIÓ reclama suspensión definitiva

LA UNIÓ califica de buena noticia para el sector agrario de la Comunitat Valenciana la suspensión de los aranceles entre EEUU y la UE por un periodo de cinco años, pero considera que debería llegarse a un acuerdo para que sea definitiva.

También aprovecha para reclamarle al Ministerio de Agricultura que negocie un nuevo protocolo de exportación de cítricos a EEUU, ya que el actual es demasiado exigente y cuesta mucho dinero enviar fruta con los condicionantes establecidos. Cabe indicar que nuestras clementinas están gravadas allí con un arancel de 1,9¢/Kg1, mientras que las procedentes de otros países como Australia, Canadá, Chile, Israel, Corea del Sur, Marruecos, México o Perú, están exentas al tener firmados con EEUU acuerdos de libre comercio. Además, nuestras empresas que deseen exportar clementinas deben cumplir con los requisitos recogidos en un Protocolo de exportación riguroso y con muchas condiciones, entre ellas un tratamiento de frío que sin embargo España no pide para las importaciones de otros países terceros.

No es extraño por tanto que nuestras exportaciones citrícolas a EEUU hayan caído progresivamente a lo largo de las últimas campañas desde las 60.660 toneladas de la 2010/2011 hasta las 9.034 tn de la 2018/2019, previa a la de la imposición de nuevos aranceles -2019/2020, donde se contabilizaron solo 45 tn. El retorno de nuestras exportaciones no será no obstante tarea fácil puesto que hay que volver a ganarse la confianza y, además Marruecos y Chile fundamentalmente, se han beneficiado de nuestra expulsión en el mercado estadounidense.

Cabe señalar que los aranceles adicionales impuestos por EE UU eran del 25 % para los productos agroalimentarios y afectaban sobre todo a los cítricos, el aceite de oliva envasado, la carne de porcino, vinos tranquilos envasados (con alcohol inferior a 14º), aceitunas verdes, quesos o conservas de moluscos. Sin embargo, los aranceles impuestos por la UE a EEUU no eran demasiado importantes e incluso no tenían en cuenta ni siquiera las importaciones de almendras que inundan nuestros mercados y desestabilizan precios, tal y como había solicitado en reiteradas ocasiones esta organización.

Las exportaciones agroalimentarias valencianas a Estados Unidos en 2018, antes del establecimiento de los aranceles, ascendieron a 178,4 millones de euros, esto es el 3 por ciento del total de las mismas, lo que convierte a EEUU en el primer socio agroalimentario de la Comunitat fuera de la Unión Europea.

Positivo para la agricultura alicantina

Jóvenes Agricultores ASAJA Alicante felicita el buen trabajo realizado estos días por la Unión Europea con el presidente norteamericano, Joe Biden, que ha dado una tregua al campo español con la suspensión por parte de Estados Unidos por cinco años de  los aranceles a los productos agroalimentarios de la UE. De esta forma, ponen fin a 17 años de disputas en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OCM) derivadas de las ayudas a Airbus y Boeing, su homólogo estadounidense. Disputa que llevó a una guerra comercial que han pagado los agricultores con unos gravámenes impuestos a sus productos de un 25% desde octubre de 2019. 

Atendiendo a los datos barajados por la US International Trade Commission (USITC) –el organismo estadounidense que se encarga de recoger los datos de importación de EE. UU.–, en la campaña 2010/2011 se exportaron 60.783 toneladas de clementinas y mandarinas españolas a Estados Unidos, mientras que en la campaña 2019/2020 se desplomó hasta las 45 toneladas. La clave para la expulsión de las clementinas españolas del mercado estadounidense, ha sido el arancel adicional del 25% ad valorem sobre este producto introducido por el Gobierno de EE. UU. justo antes del inicio de la campaña de exportación 2019/2020.

Según datos de ASAJA Alicante, en la zona productora de limón del sureste, que comprende el sur de Alicante y Murcia, en la campaña 2018/2019 se exportaron 20.000 toneladas, por valor de 40 millones de euros, y al llegar los aranceles, la exportación cayó a cero, por lo que el descalabro en el valor económico de las exportaciones en el limón de esta zona productora fue de un 100%. 

“Desde Asaja recordamos que EEUU es un destino interesante y estratégico para nuestras producciones. Por ello, el principal daño ha venido de la mano de las posibilidades frustradas ante la apertura de un nuevo mercado con gran potencial. Con estas tasas a nuestros productos, las exportaciones fueron mínimas y se nos hizo imposible competir con los países de Mercosur que están más cerca y no sufrieron esos gravámenes. El trabajo ahora está en volver a recuperar este mercado, tanto por parte del buen hacer de nuestros productores, como por nuestras Administraciones, que esperamos faciliten el camino a los agricultores y exportadores con la mayor de las voluntades”, afirma el presidente de Jóvenes Agricultores ASAJA Alicante, José Vicente Andreu. 

“El fin de estos aranceles supone la reactivación inmediata de las exportaciones al que, después de Europa, había sido hasta el 2019 nuestro segundo mercado principal. Sin duda, un destino estratégico para las exportaciones españolas de naranja, mandarina y limón. Por ello, estamos ante una buena noticia y supone un respiro que pone fin a una injusticia histórica por desleal y arbitraria. Esperamos que esta medida llegue a los agricultores y no solo alcance o beneficie a los exportadores”, denuncia Andreu.  

Más afectado se ha visto el sector vitivinícola alicantino. La subida de aranceles en un 25% de impuesto adicional a los productos agroalimentarios españoles provocó inestabilidad en el sector porque EEUU, aparte de ser nuestro tercer cliente, por detrás de Alemania y China, es un mercado estratégico y estaba en continuo crecimiento. Así, en la anterior campaña a los aranceles se registraron unas exportaciones de 485.542 litros embotellados, con un valor de 2,03 millones de euros y, desde entonces, la exportación al país americano ha sido nula. Los caldos que más se han visto perjudicados son los de gama baja, ya que este incremento en el precio los dejó sin capacidad de competir.

En lo que respecta al aceite de oliva, antes de la imposición de los aranceles, las cifras de aceite exportado desde la provincia a EEUU eran prácticamente testimoniales: 17 toneladas, por valor de 150.000 euros. Sí que estaban aumentando los contactos y relaciones, que esperábamos diesen frutos a corto plazo y que se vieron tajantemente frustradas por la arbitraria decisión de Trump. “Lamentablemente, Estados Unidos es un mercado que todos los aceites producidos en España se habían marcado como objetivo exporta. Por su parte, las pequeñas exportaciones que se hacían desde la provincia perdieron el valor añadido de enviar aceite embotellado”, destaca Andreu.