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ITE crea el primer biosensor para plantas que monitoriza la calidad del ambiente a través de la savia

El Instituto Tecnológico de la Energía (ITE), junto a un consorcio de instituciones europeas, y bajo el proyecto Watchplant ha desarrollado una innovadora red de biosensores en plantas. Estos dispositivos inteligentes permitirán la monitorización avanzada de parámetros ambientales en entornos urbanos y naturales de manera indirecta, incluyendo calidad del aire y condiciones climáticas, a través de las respuestas bioquímicas de las plantas en tiempo real.

Uno de los logros más destacados del proyecto es el desarrollo de un biosensor portátil capaz de extraer y analizar savia vegetal in situ y en tiempo real, proporcionando información crítica en apenas diez minutos. Este dispositivo, pionero en su categoría, permite detectar biomoléculas clave que reflejan el estrés de la planta frente a factores como la contaminación o el estrés hídrico. El biosensor, desarrollado por el equipo de biotecnología del ITE, representa un avance significativo en la capacidad de detectar cambios en el entorno de manera rápida y precisa, y sin afectar la salud del organismo vegetal.

La red de biosensores del proyecto Watchplant incluye dispositivos que monitorizan la temperatura, la humedad y otros parámetros bioquímicos como el contenido iónico y hormonal de la planta, permitiendo detectar condiciones de estrés antes de que sean evidentes mediante métodos convencionales. Esta detección temprana es fundamental para gestionar de forma proactiva la calidad ambiental en ciudades, áreas forestales y sectores agroalimentarios y poder prevenir problemáticas futuras. Según explica la investigadora Laura García Carmona del ITE, este desarrollo «permite una actuación anticipada frente a cambios en el ambiente, lo cual resulta vital en el contexto actual en el que el cambio climático provoca nuevos desafíos”.  

El proyecto Watchplant representa un paso importante hacia la integración de sistemas de monitorización ambiental autónomos y sostenibles que podrían revolucionar la gestión ambiental y agrícola a gran escala. Además de sus aplicaciones directas en la calidad del aire, esta tecnología abre la puerta a nuevos usos en la sostenibilidad urbana, la protección de ecosistemas y la mejora de los procesos de cultivo. La tecnología desarrollada en Watchplant permite un seguimiento continuo y en tiempo real, que podría ayudar a los gestores ambientales a responder de forma más efectiva a las condiciones cambiantes y a reducir el impacto de la actividad humana en el entorno.

Watchplant ha sido liderado por el ITE con la colaboración de socios europeos clave: el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Royal Institute of Technology (KTH), el Research Center of Advanced Robotics and Environmental Science (CYBRES), la empresa de ingeniería CIM-mes Projekt, y las universidades de Lübeck, Konstanz y Zagreb. Cada institución ha contribuido con su experiencia en áreas como la biotecnología, sensórica, la microfabricación, la inteligencia artificial y las redes de comunicación, permitiendo el desarrollo de una solución integral e innovadora.

Sobre el Proyecto Watchplant

Watchplant ha tenido como objetivo fundamental avanzar en la inteligencia ambiental mediante el uso de plantas como sensores biohíbridos del ambiente en el que habitan. Esta iniciativa ha logrado desarrollar nuevas metodologías y herramientas que podrían transformar el futuro de la monitorización ambiental y contribuir a la sostenibilidad global. Watchplant es un proyecto financiado por el Programa H2020 FETPROACT Topic: Environmental Intelligence y ha sido evaluado con la máxima puntuación posible por la Comisión Europea.