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Los biofertilizantes ganan terreno

La realidad social y medioambiental enfrenta al sector agrario ante su mayor reto: ser sostenibles y rentables. En un mercado mundial cada vez más competido, y al mismo tiempo tan vulnerable, con la creciente demanda de productos y alimentos orgánicos, los agricultores ponen sus esperanzas en los biofertilizantes.

Este tipo de estimulante de los cultivos es respetuoso con el entorno, beneficioso para el suelo que se cultiva y ayuda a reducir costes de producción al agricultor, de modo que este puede entrar a competir en los mercados mundiales en mejores condiciones.

Los biofertilizantes son productos de uso agrícola elaborados con restos vegetales, bacterias, hongos y microorganismos. Su función pasa por ayudar al proceso de nutrición biológica de los cultivos, entendidos estos como la planta y el suelo que lo sustenta.

Gracias a la bioquímica de estos microorganismos, se transforma el nitrógeno de los residuos de la cosecha, el nitrógeno atmosférico y los nutrientes de las lluvias en amonio para el crecimiento y potenciación del cultivo.

Propiedades de los biofertilizantes frente a los abonos tradicionales

¿Qué ventajas aporta nutrir las cosechas con biofertilizantes frente al uso de abonos tradicionales?

Mientras que los fertilizantes de origen químico artificial cumplen su función nutricional para la planta en grandes cantidades, los bioestimulantes y fertilizantes orgánicos buscan mejorar cómo la planta absorbe los nutrientes, incrementando su capacidad de tolerancia al estrés biótico, y mejorando el suelo.

Para ello no necesitan grandes cantidades. Al contrario. Con muy poca cantidad, se cubre un mayor terreno, por lo que reduce la partida de gastos asociados a la producción.

Evidentemente, existe un componente medioambiental importante. Los biofertilizantes aprenden de la naturaleza y la potencian, mientras que los abonos tradicionales se basan en la química, que, aunque sea respetuosa con el entorno, no le aporta ventajas.

La calidad de la producción agraria que utiliza biofertilizantes es asimismo mayor, por lo que el productor está en condiciones de exigir un mejor precio por su producto, y competir en el mercado gracias al ahorro de costes productivos.

Por otra parte, los biofertilizantes son en último término, un elemento más de la economía circular para el aprovechamiento de los residuos orgánicos, de modo que también ayudan a la gestión sostenible de los recursos.

Cómo funcionan los biofertilizantes en la agricultura ecológica

Los biofertilizantes se fabrican a base de bacterias y hongos, mayoritariamente. La función de estos es interferir en la evolución de la planta para que esta consiga más nutrientes y por lo tanto mejore su productividad. A diferencia de los abonos tradicionales, no se basa en formulaciones químicas, sino en el poder intrínseco de los componentes de la naturaleza.

Los microorganismos ayudan a procesar el nitrógeno que es tan necesario para la producción agraria y lo convierte en un nutriente de fácil captación para el suelo y la planta. Sin la intervención de productos artificiales que dañen el entorno y comprometan su futuro.

Usos en la agricultura orgánica

Los biofertilizantes se utilizan sobre todo como productos bioestimulantes para dos áreas concretas de la producción agrícola: la planta y el suelo.

Al aplicarlo sobre el cultivo, estimulan su desarrollo y los procesos biológicos naturales que tienen lugar en las plantas para su alimentación, crecimiento y producción.

De esta forma, los cultivos así tratados absorben mejor los nutrientes y eso redunda en la calidad final ofrecida al mercado.

Colateralmente, además de incrementar la capacidad productiva de las explotaciones agrarias de menor tamaño (y peor punto de partida), se mejora el sistema inmune natural de las plantas.

Clasificación

En función de los diversos componentes y su utilización, el mercado biosanitario agrícola dispone de varios tipos de biofertilizantes. Los principales son:

·       Biofertilizantes de acción directa: se aplican en la planta, como la Fijación Biológica de Nitrógeno (FBN) y las micorrizas.

·       De acción indirecta: se aplican sobre el suelo y es este el que lo transmite a la planta,

·       Inoculantes microbianos sobre el suelo.

·       Rhizobium: coloniza las raíces de leguminosas y fija el nitrógeno atmosférico.

Del mismo modo que resultan beneficiosos para la planta, lo son para el suelo que las alimenta. Se trata, en verdad, de un doble canal de fortalecimiento de los cultivos.

Los biofertilizantes protegen también el suelo y ayudan a mantener la biodiversidad del entorno de forma ecológica y sostenible.