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La Estrategia de Biodiversidad de la Conselleria de Transición Ecológica se marca como objetivo llegar a 2030 con el 50% del territorio de la Comunitat Valenciana protegido

La Estrategia de Biodiversidad de la Conselleria de Transición Ecológica se marca como objetivo llegar a 2030 con el 50% del territorio de la Comunitat Valenciana protegido para asegurar la biodiversidad, a través de la conservación de los hábitats y ecosistemas.

La consellera Mireia Mollà, junto a la secretaria autonómica, Paula Tuzón, ha presentado esta mañana las líneas maestras de la estrategia que cuenta con 6 metas, desglosadas en 24 líneas de actuación y 97 acciones concretas.

"Contamos con elementos suficientes para decir que somos un territorio, en el ámbito estatal y europeo, destacado en materia de biodiversidad", ha asegurado Mollà, en referencia al mapeo de flora y fauna y a los regímenes de protección. El 45% del territorio de la Comunitat Valenciana y el 53,7% del mar adyacente cuenta con alguna figura de protección. Los indicadores, además, colocan al territorio valenciano por encima de la media en presencia de fauna y flora; alberga el 53% de los vertebrados de España y el 25,6% de la flora europea.

La estrategia valenciana, que se conjuga con la europea, se marca entre sus prioridades actualizar los modelos de gestión, sobre todo en el medio marino, con una batería de actuaciones alineadas con la declaración firmada en la I Cumbre Mediterránea por el Medio Ambiente y el Clima que reunió a las comunidades autónomas por las que discurre el corredor de cetáceos del Mediterráneo.

Asimismo, aboga por renaturalizar las zonas urbanas para alcanzar el 5% de protección pendiente y atribuir el deber de conservación no solo al medio rural sino también a las ciudades. El texto reconoce la biodiversidad como un bien social común que obliga a la existencia de una corresponsabilidad en su conservación, así como en el uso y gestión de los hábitats de las especies silvestres.

En este sentido, la titular de Transición Ecológica ha incidido en que la estrategia precisa de la actuación coordinada de las administraciones, las instituciones y las personas para hacerla posible. El componente coordinado y social vertebra buena parte de las metas de la estrategia de biodiversidad que persiguen optimizar las gobernanza y la gestión, involucrar a los diferentes agentes en la conservación y mejorar la comunicación social.

La consellera ha señalado la biodiversidad como una de las grandes aliadas en un contexto como el Mediterráneo, epicentro de la emergencia climática: "Tenemos que ser conscientes de que la biodiversidad nos proporciona un estado de conservación del medio natural sin parangón".

La secretaria autonómica, Paula Tuzón, se ha referido al nuevo paradigma que "integra la gestión de la biodiversidad dentro de los compromiso sociales y económicos", a través de un desarrollo sostenible que fomente el equilibrio entre la protección de la biodiversidad y el bienestar de las personas.

Al respecto, Mireia Mollà ha aludido a la evaluación periódica no solo para incluir a los impactos de las actividades 'per se' sino, también los que vamos a vivir por nuestra condición de territorio vulnerable frente al cambio climático.

Por último, la consellera de Transición Ecológica ha subrayado que "somos los reyes de la biodiversidad", de manera que tenemos la obligación de "ir más allá y transmitir el trabajo para ser factor multiplicador para otros territorios".