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Cooperativas y Generalitat impulsan proyectos piloto de gestión en común como el de Canso en l'Alcúdia

Cooperatives Agro-alimentàries de la Comunitat Valenciana y la Generalitat están impulsando el desarrollo de proyectos piloto de gestión en común, cuyos objetivos primordiales son aumentar los niveles de rentabilidad de los agricultores que participen en ellos y mantener la capacidad productiva y la competitividad de las cooperativas que los ponen en marcha.

Este es el caso del proyecto promovido desde la Cooperativa Agrícola Nuestra Señora del Oreto de L'Alcúdia (Canso), con la estrecha colaboración de la Conselleria de Agricultura, que se basa en las ventajas que ofrecen las Iniciativas de Gestión en Común (IGP), una figura recogida en la Ley de Estructuras Agrarias.

Este proyecto incluye la agrupación de una superficie de 25 hectáreas de una antigua plantación de cítricos, situada en el término municipal de Guadassuar, que va a ser reconvertida para el cultivo de brócoli y sandía, siguiendo las directrices del Plan Estratégico diseñado por el departamento técnico de la entidad. La Conselleria de Agricultura ha aprobado una línea de ayuda por valor de 200.000 euros para respaldar económicamente las primeras acciones que se están acometiendo.

Las tareas de plantación en la nueva finca comenzarán en breve y la acogida de los socios está siendo excelente, hasta el punto de que en este momento ha tenido que habilitarse una lista de espera entre los interesados en participar.

El secretario autonómico de Agricultura, Roger Llanes, el director general de Agricultura, Antonio Quintana, y el presidente de Cooperatives Agro-alimentàries de la Comunitat Valencina y de Canso, Cirilo Arnandis, han inspeccionado sobre el terreno la evolución de los trabajos en la parcela donde se lleva a cabo esta iniciativa.

Tras la visita, Arnandis ha destacado que “el modelo de IGC que impulsa Canso permite dar respuesta a las necesidades de nuestra cooperativa y de nuestros socios, facilitando la planificación de la producción, la mejora en la gestión de la explotación, la modernización de las estructuras productivas y la reducción de costes operativos. Se crea dentro de la sección de cultivo en común de la cooperativa, como embrión de otros proyectos de futuro. Es el camino que debemos seguir para garantizar la continuidad de la actividad agraria en nuestro territorio en las mejores condiciones posibles de rentabilidad para los productores.”.

Roger Llanes ha puesto de relieve “la importancia fundamental que tiene para el futuro del sector agrario valenciano el impulso de este tipo de proyectos de gestión en común, porque esa fórmula permite disponer de unidades de cultivo de mayor dimensión, con menores costes productivos, mejor planificadas y adaptadas a las exigencias del mercado y, en suma, más rentables para los productores”.

El cooperativismo, dinamizador de la gestión en común

Las cooperativas agroalimentarias valencianas han impulsado durante los últimos años diferentes iniciativas de gestión en común, con características ajustadas a la realidad del territorio donde desarrollan su actividad.

Las IGC buscan mantener la actividad en parcelas que no pueden seguir siendo cultivadas por sus titulares, recuperan tierras abandonadas, facilitan la agrupación de explotaciones menores en unidades de mayor tamaño, mejoran la rentabilidad de la actividad, ofrecen oportunidades de acceso a la tierra a jóvenes, impulsan la modernización del campo y la mecanización de las labores agrarias, entre otros beneficios.

En este sentido, Llanes ha destacado “el papel estratégico que deben desempeñar las cooperativas agrarias valencianas en el desarrollo de la ley de estructuras, ya que se trata de entidades con una gran implantación en el territorio, con vocación empresarial y con voluntad manifiesta de garantizar un futuro rentable para sus socios y para el conjunto de la agricultura valenciana”.

Por su parte, Arnandis ha incidido en que “el desarrollo de estas iniciativas es la suma de la aplicación de criterios de eficiencia en la gestión y del compromiso de las cooperativas agroalimentarias con el territorio, con el presente y el futuro del medio rural valenciano”.