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AVA-ASAJA alerta que el ataque de un jabalí en una playa “es uno más y no será el último si no se actúa ante la superpoblación de fauna salvaje”

La reciente embestida de un jabalí a una bañista en una playa de Alfàs del Pi (Marina Baixa) –que tuvo que ser atendida por los servicios médicos por un corte en la pierna– pone de nuevo sobre la mesa el problema social que supone la superpoblación de fauna salvaje. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) alerta de que “este nuevo ataque es uno más de los muchos que llevamos y desgraciadamente no será el último si no actuamos ante el incremento excesivo e incontrolado de jabalíes y otras especies silvestres”. Por ello, la organización agraria urge a las administraciones a poner en marcha medidas que permitan “compatibilizar una presencia razonable de fauna salvaje con el desarrollo de la actividad agraria y la salud de las personas”.

El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, advierte de que “ahora ha sido en una playa, desde hace años es en los campos, también en urbanizaciones e incluso en núcleos urbanos, y continuamente hay accidentes de tráfico provocados por estos animales que, pese a lo que algunos piensan no son de compañía, sino animales salvajes y en ocasiones peligrosos. Poco a poco lo pagamos cada vez más personas inocentes por el capricho de políticos de despacho que no pisan el medio rural y anteponen la ideología a los criterios científicos”.

Según estimaciones de AVA-ASAJA, la superpoblación de fauna silvestre (jabalíes, cabras montesas, corzos, conejos de monte, avifauna, etc.) ocasionó en 2021 unas pérdidas sin precedentes de 35 millones de euros en el sector agrario de la Comunitat Valenciana. La rotura de gomas de goteo e instalaciones agrarias, la ingesta de semillas y frutos maduros, la mordedura de troncos, ramas y brotes hasta causar la muerte de la plantación, el movimiento de tierras, el destrozo de muros, etc. son algunos de los principales daños que provoca este tipo de fauna.

En ganadería, preocupan además los ataques a las reses (en el interior de Castellón y Valencia bandadas de buitres han matado vacas y terneros, sobre todo en el momento del parto) y la transmisión de enfermedades (tuberculosis y sarna han afectado en los últimos años a Castellón, mientras que la peste porcina africana podría causar graves pérdidas en caso de expandirse a España).  

AVA-ASAJA recuerda que la superpoblación de fauna salvaje no solo ocasiona perjuicios al ámbito agrario, sino al conjunto de la sociedad. De acuerdo a los últimos datos de la Generalitat Valenciana, los animales silvestres provocan unos 300 accidentes de tráfico al año, siendo el jabalí la causa de nueve de cada diez casos. La siniestralidad se eleva en las horas nocturnas y los meses invernales.

Respecto a los ataques, los jabalíes también protagonizan embestidas en los últimos años a agricultores en sus huertos y a ciudadanos como es el caso de la bañista en la playa de Alfàs del Pi. Según Aguado, “va siendo hora de que los políticos hagan un análisis en profundidad sobre los efectos de la fauna salvaje porque están jugando con la economía, el medio ambiente y la salud de las personas”.