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Una agricultura productiva y rentable fomentando la biodiversidad es posible

En el día mundial de la Diversidad Biológica, desde Syngenta resaltan la labor realizada junto a sus socios y colaboradores, con más de 10 años de anterioridad a la publicación, hace dos días, de la estrategia de biodiversidad de la Unión Europea. En este tiempo han sido capaces de desarrollar medidas que permiten una integración eficaz de agricultura y medio ambiente sin poner en riesgo la productividad y rentabilidad de las explotaciones agrícolas. Un enfoque novedoso orientado a construir en lugar de prohibir y siempre dando prioridad a las mejores prácticas agrícolas en el uso de productos fitosanitarios y semillas para el cuidado de los recursos naturales. 

Nadie discute la importancia desde el punto de vista medioambiental de fomentar una biodiversidad rica en las zonas agrícolas. La agricultura en sí reduce considerablemente en algunas zonas la superficie de espacios naturales donde pueden desarrollarse especies vegetales y animales. Los cultivos no son un entorno adecuado para la biodiversidad, con independencia del sistema agrícola empleado, ya sea producción integrada o ecológica, secano o regadío, la biodiversidad es siempre baja en los campos cultivados.

Syngenta identificó que era posible revertir esta situación y puso en marcha un ambicioso programa para desarrollar la biodiversidad en las áreas de cultivo, la Operación Polinizador. Este proyecto se enmarcó en 2013 dentro de nuestro programa de compromisos con la agricultura sostenible, “The Good Growth Plan”, desde entonces se han superado los objetivos establecidos beneficiando a 6,4 millones de hectáreas en entornos agrícolas. En este tiempo hemos acumulado una considerable experiencia gracias a la colaboración con prestigiosos organismos científicos como el Instituto de Ciencias Agrarias y otros institutos del CSIC, el IMIDA murciano y la Escuela de Ingenieros Agrónomos de la Universidad Politécnica de Madrid. También con el apoyo de la distribución de Syngenta y numerosas colaboraciones con instituciones, empresas del sector, productores de semillas autóctonas, entomólogos y otros expertos.

Junto con ellos se han implementado más de 450 ha de márgenes multifuncionales equivalentes a más de 1,000 km considerando un ancho promedio de 4 metros y más de 16,200 hectáreas de tierras de cultivo impactadas en ambos países. Han sido identificadas más de 500 especies en las bandas de la Operación Polinizador, muchas de ellas en peligro de extinción e incluidas en la lista roja de la UICN de especies en peligro. Es el caso de la mariposa Parnassius apollo ubicada en los márgenes del campo en Aragón.

Es de justicia destacar el valor que ha tenido en todo este proceso la colaboración con los agricultores, un colectivo que en estos tiempos duros de la Covid-19 ha demostrado con creces su profesionalidad y buen hacer para garantizar la seguridad alimentaria. Desde un principio han trabajado juntos en colaboración a través de las Organizaciones Agrarias y seguimos haciéndolo. Actualmente en Syngenta tienen proyectos de biodiversidad agrícola con las organizaciones de Asaja en Sevilla, Cádiz y Málaga, y con UPA en Badajoz, León, Madrid y Zaragoza

En Syngenta continuaremos innovando para proporcionar los beneficios que la protección de cultivos aporta a una agricultura cada vez más adaptada al cambio climático. Lo haremos a través de nuestro compromiso de invertir 2.000 millones de dólares en los próximos 5 años para acelerar la innovación en agricultura sostenible en todo el mundo.

Gracias a estas colaboraciones y trabajo en equipo, hemos podido demostrar que es posible hacer una agricultura productiva, de calidad y rentable para el agricultor desarrollando y fomentando una biodiversidad rica y saludable. Desde Syngenta invitan a todo es sector a unirse a este apasionante reto por la soatenibilidad.