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Las altas temperaturas de mayo podrían provocar la pérdida del 25% de la cosecha de cereales

Las altas temperaturas del mes de mayo son las principales culpables de que la cosecha de cereales sea mala en la Comunitat Valenciana y mucho peor de la estimada en un principio, con un 25% menos de producción que podría ser incluso mayor, según los datos de LA UNIÓ de Llauradors.

La organización ha recabado información sobre la situación en las distintas zonas productoras de la comunidad autónoma y considera esta campaña de cereales muy negativa debido a que las extremadamente altas temperaturas de hace unas semanas hicieron que se estropease el desarrollo vegetativo de las plantas, junto con unos gastos de producción que siguen subiendo y que no se consiguen trasladar al final a lo largo de la cadena alimentaria, por lo que el margen de rentabilidad es cada vez más bajo.

Las buenas expectativas que había se han ido finalmente al traste con la ola de calor que sufrimos hace algunas semanas. Esta adversidad, cuando todo marchaba muy bien, ha provocado la pérdida de mucho grano y que la producción finalmente sea entre normal y baja.

Estos problemas climatológicos se agravan por unos costes de producción que no paran de subir. El incremento respecto al pasado año es considerable llegando a ser en gasoil de un 215%, en la electricidad de un 77% y en los fertilizantes y fitosanitarios más de 30%, no siendo compensado por la baja cosecha con independencia de que el precio en el mercado está al alza por la guerra en Ucrania.

“En un momento económico en el que el cereal podría ir bien, llega este calor extremo que nos reduce la cosecha”, lamentan desde LA UNIÓ. “En cualquier caso, tampoco habría sido muy boyante, pues con unos costes de producción tan altos no hay precio al alza que pague eso”, añaden.

José Ramón Beltrán, responsable del sector de cereales de LA UNIÓ, indica que “un año que podría haber sido bueno como así podemos comprobar con los precios, será malo y vamos a perder dinero con nuestros cultivos. A pesar de la gran necesidad de cereales por el conflicto de Ucrania, podemos perder rentabilidad ya que las explotaciones no podemos asumir esos costes tan desorbitados”.

LA UNIÓ reclama medidas para compensar esas subidas de los insumos tan espectaculares que padecen los agricultores, entre ellas que el Gobierno de España inste a la Comisión Europea a la suspensión de los aranceles a las importaciones de materias primas para la elaboración de fertilizantes en períodos de crisis de escasez de estas para evitar un aumento de los costes de producción. También propone LA UNIÓ el establecimiento de un sistema público de elaboración de costes de producción de referencia para los contratos agroalimentarios obligatorios establecidos en la Ley de mejora del funcionamiento de la cadena alimentaria. Finalmente, LA UNIÓ demanda una dotación económica suficiente de las Administraciones públicas para rebajar nuestra dependencia exterior de grano y evitar posibles desabastecimientos, máxime si tenemos en cuenta la situación internacional de los mercados en estos momentos.