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LA UNIÓ se opone a la propuesta de dar de baja de oficio a los tractores antiguos

LA UNIÓ de Llauradors presenta alegaciones al proyecto del RD de caracterización y registro de maquinaria agrícola y entre ellas se opone a la baja de oficio o a las trabas en el ROMA para los tractores y maquinaria más antiguos que el Ministerio de Agricultura plantea.

Entre las novedades de esa normativa se encuentra la posibilidad de que las CCAA den de baja de oficio en determinadas condiciones los tractores, maquinaria y equipo y que impide la venta de tractores con una antigüedad de más de 40 años, sin estructura de protección homologada.

La organización comparte plenamente los objetivos de la futura norma en cuanto a aumentar la seguridad y la eficacia económica, energética y ambiental, pero considera que las propuestas anteriores no son adecuadas por la variada casuística que se da en las explotaciones y que no responden a la realidad del sector. Pese a que se admite que, objetivamente, el parque, sobre todo de tractores, está envejecido, no hay datos oficiales publicados recientes, algo que LA UNIÓ ha pedido al Ministerio que subsane para tener un diagnóstico correcto de la situación.

“Todos quisiéramos tener tractores nuevos, modernos y buenos, pero son muy caros y, desgraciadamente, la realidad del campo es la que es y muchos sacamos adelante nuestras explotaciones haciendo el mejor uso posible de tractores o equipos que ya tienen muchos años”, comentan desde LA UNIÓ.

La organización recuerda que el mercado de tractores usados es muy importante y que, según, los datos del propio ROMA mientras que en 2018 se inscribieron 11.333 tractores nuevos, cambiaron de manos 29.980 tractores usados, de los cuales el 58% tenía más de 20 años.

LA UNIÓ señala que las normas de seguridad y de emisiones están ahí y hay que cumplirlas, pero el ROMA, en opinión de la organización, no debe convertirse en un registro instrumental para condenar determinada maquinaria, sino que tiene que mejorarse para ser una herramienta de conocimiento de la situación del parque.

La organización considera que el deseable objetivo de modernizar y renovar el parque de maquinaria agrícola debe hacerse mediante campañas de información y medidas de apoyo, tales como el Plan RENOVE agrario y no con actuaciones de tipo coercitivo que complican innecesariamente la gestión de las explotaciones.

“Mucho mejor que este tipo de normas, sería que el año pasado se hubiera gastado todo el dinero del RENOVE en ayudas a la compra de maquinaria y que este año se hubiera aumentado el presupuesto para atender todas las peticiones de ayudas”, apuntan desde LA UNIÓ, recordando que, de los 5 millones de euros anuales con los que cuenta la medida, en 2018 se quedaron 2 millones de euros sin gastar al financiar ese año solo los equipos de aplicación de purines y que en 2019 las solicitudes presentadas han superado en un 34% la asignación prevista.

Por otra parte, apoya el nuevo sistema propuesto por el Ministerio para establecer una marca de calidad, que certifique las condiciones de eficiencia energética y el cumplimiento de normas de diseño, de protección ambiental y de seguridad.