LA UNIÓ denuncia el abandono de la almendra autóctona por parte de la IGP Turrón de Jijona y Alicante
La Unió Llauradora lamenta profundamente el reciente acuerdo firmado entre el Consejo Regulador de las IGP Turrón de Jijona y Turrón de Alicante y la Asociación Española de Productores de Almendra Ecológica y Convencional (AEPAEC), con sede social en Minglanilla (Cuenca).
A juicio de la organización, este convenio, lejos de ser una solución, no garantiza ni precios ni volúmenes mínimos de suministro para la almendra autóctona. En su lugar, los grandes turroneros industriales amparados por estas IGP han preferido acuerdos ambiguos que no comprometen realmente a proteger la producción local de almendra, dejando de lado a los agricultores. Paradójicamente, estas industrias se benefician de la promoción de la indicación geográfica de Jijona y Alicante, que evoca tradición y calidad, pero omiten cualquier garantía de que la almendra y la miel empleadas sean de origen local.
Las modificaciones en el pliego de condiciones de las IGP Turrón de Jijona y Turrón de Alicante suprimieron cualquier referencia al origen de las materias primas. LA UNIÓ ya denunció en su día esta decisión, que la Conselleria de Agricultura rechazó atender. Sin requisitos sobre el origen, los turrones etiquetados bajo estas IGP pueden contener almendra importada, mayoritariamente de Estados Unidos, y miel de diversas procedencias, dejando en desventaja a los agricultores y apicultores valencianos.
LA UNIÓ señala que "en un producto ligado a su origen, como es el turrón de Jijona y Alicante, resulta inaceptable que no se prioricen las materias primas autóctonas. Los consumidores tienen derecho a saber si la almendra o la miel provienen de la Comunitat Valenciana o, por el contrario, son importadas. Sin esta transparencia, se induce a error y se desvirtúa la esencia del producto".
Ante este escenario, LA UNIÓ insta a la Conselleria de Agricultura a que impulse la creación de una marca de calidad específica para la almendra de la Comunitat Valenciana, que permita garantizar al consumidor que adquiere un producto de aquí y de gran calidad. Esta medida sería una herramienta para revalorizar la almendra autóctona en los mercados y diferenciarla de productos importados que no cumplen los mismos estándares de calidad ni sostenibilidad. Asimismo, se propone que únicamente se concedan ayudas de la Generalitat Valenciana a aquellos fabricantes de turrón que certifiquen el uso de almendra de la Comunitat Valenciana, incentivando así a las pequeñas empresas artesanas que sí apoyan la economía valenciana y generan empleo en nuestras zonas rurales. En este sentido, el Consejo Regulador IGP Jijona y Turrón de Alicante ha recibido, este año, un total de 97.914,58 euros que la Conselleria de Agricultura concede a los órganos de gestión de las figuras de calidad. De este importe, 12.796,13 euros, los ha destinado el Consejo Regulador a pagar parte de sus costes de las actividades de promoción e información. El resto han sido destinados para sufragar los costes de control y certificación. Todo, sin una garantía de uso de materias primas valencianas. LA UNIÓ indica que, con el dinero de todos los valencianos, “se está ayudando a los productores de almendras y miel de otros países, algo que es intolerable y que el conseller Barrachina debería cerrar el grifo de las ayudas públicas valencianas a los que se benefician de un origen sin usar la materia prima de los agricultores y apicultores valencianos.”
De cara a la próxima Navidad, LA UNIÓ recomienda a los consumidores que elijan turrones de productores artesanos, estén o no dentro de las IGP Turrón de Jijona y Turrón de Alicante. Muchos de estos artesanos trabajan con almendra y miel autóctonas, garantizando así la calidad y la sostenibilidad de su producción. Al carecer de capacidad para importar materias primas, dependen exclusivamente de los agricultores valencianos y españoles, generando un impacto directo y positivo en la economía rural.
El convenio firmado entre la IGP y AEPAEC, que promete “utilizar almendra española”, es una declaración de intenciones que carece de mecanismos para ser efectiva. Sin garantías de etiquetado de origen, volúmenes mínimos o precios justos, este acuerdo es “puro papel mojado y una muestra más de greenwashing o lavado verde”, afirma la organización. Los productores de almendra de la Comunitat Valenciana siguen enfrentándose a precios ruinosos, altos costes de producción y una competencia desleal con almendra importada de calidad inferior y mayor huella de carbono. Ni las autoridades ni los organismos responsables de proteger nuestras figuras de calidad han tomado medidas reales para corregir esta situación.
Por todo ello, LA UNIÓ reclama al president de la Generalitat, Carlos Mazón, y al conseller de Agricultura, Miguel Barrachina un apoyo activo a la producción valenciana fomentando el uso de almendra valenciana en los productos amparados por las IGP Turrón de Jijona y Turrón de Alicante. Además, deben exigir transparencia en el etiquetado para informar al consumidor sobre el origen de las materias primas utilizadas y, finalmente retirar las ayudas públicas al Consejo Regulador de las IGP mientras no se garantice un uso prioritario de almendra y miel locales. "Es hora de que las autoridades valencianas defiendan a nuestros agricultores. No podemos permitir que un producto emblemático como el turrón ignore su origen valenciano en favor de importaciones masivas y acuerdos que benefician solo a las grandes industrias", concluye LA UNIÓ.