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Los regantes reclaman una exención del IBI en sus instalaciones para paliar los daños de la sequía

La Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) propone una exención del IBI en todas las instalaciones de regadío (balsas, estaciones, canales…) como medida para mitigar los efectos de la sequía en los agricultores. Así lo ha defendido durante la reciente reunión de la Mesa de la Sequía, celebrada en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Asimismo, Fenacore vuelve a pedir una rebaja del IVA al 5%, tipo que actualmente soportan todos los suministros domésticos, lo que ayudaría a los agricultores de regadío a abaratar más de un 30% su factura eléctrica. Este abaratamiento, según Fenacore, es más necesario que nunca, ya que el recibo de luz de los regantes aumentó más de un 600% en el último año. En este sentido, la Federación respalda la rebaja de los costes de producción en el campo como la medida más efectiva para abaratar la cesta de la compra y evitar que la sequía agrave los efectos de la inflación en los alimentos.

En la Mesa de la Sequía, Fenacore también ha planteado una exención de la tarifa de utilización del agua y del canon de regulación: dos tasas que pagan los regantes por el uso de agua, y que comprenden la amortización de las infraestructuras hidráulicas y los costes de operación y mantenimiento. De igual modo, los regantes proponen la apertura de pozos de sequía en periodos como el actual, durante el que la falta de agua amenaza la producción de alimentos y la supervivencia de tantos cultivos.

Medidas estructurales

Como medidas más estructurales, Fenacore pide avanzar con la modernización de regadíos. En este sentido, la Federación valora el Informe sobre la Política de Regadío Sostenible en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), que el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha presentado en el Consejo de Ministros.

Fenacore confía en que la inversión público-privada de más de 1.250 millones de euros en el PRTR entre los años 2022 y 2027 en colaboración con 95 comunidades de regantes sirva para modernizar 750.000 hectáreas, lograr un ahorro del 10% en el consumo de agua, y reducir el consumo energético y el uso de productos fertilizantes y fitosanitarios.

No obstante, destacan que casi ocho de cada hectáreas regadas son de bajo consumo de agua, lo que hace del regadío español uno de los más avanzados y un referente a nivel internacional. Finalmente, Fenacore plantea un giro radical de la planificación hidrológica del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), que actualmente no garantiza el agua para regar y sigue sin cubrir el déficit de inversiones en infraestructuras y obras de regulación. En caso de enmendarse, los regantes aseguran que se mitigarían los efectos de las sequías, ya que ciertas infraestructuras permiten trasladar el agua desde las cuencas con excedente de agua hasta las que sufren importantes déficits.

Fenacore realiza todas estas propuestas después de haber pedido al Gobierno que apruebe cuanto antes un Decreto ley de sequía para paliar el drama actual del sector, ya que en algunas zonas regables de Andalucía, por ejemplo, sólo se dispone del 12% del agua necesaria para desarrollar la actividad.

La Federación reitera que hay miles de agricultores en una situación muy complicada y recomienda incluir en la gestión del agua criterios jurídicos para no perjudicar las concesiones de los regantes, porque las sequías generan conflictos que, en un Estado de Derecho, se tienen que resolver aplicando la ley.

En cualquier caso, Fenacore destaca que el regadío no es culpable de las restricciones de agua por la sequía, frente a quienes critican sin datos e injustamente al sector. Y reprocha que, en materia de agua, el Gobierno priorice los objetivos ambientales frente a los agricultores que ven amenazado su medio de vida.