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El 46% de las muestras de miel tomadas por la Comisión Europea son sospechosas de no cumplir la normativa

La Comisión Europea ha publicado hoy, 23 de marzzo, los resultados de la acción coordinada a escala de la UE "Desde las colmenas" sobre la miel contaminada con azúcares.

Para poner en marcha el ejercicio, 16 Estados miembros (junto con Noruega y Suiza) participaron en una fase inicial, durante la cual se recogieron muestras de miel en las fronteras, entre noviembre de 2021 y febrero de 2022.

En una segunda fase, los países participantes y la Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria recopilaron elementos de trazabilidad e información sobre los operadores sospechosos.

A continuación, los países participantes llevaron a cabo investigaciones en los lugares de importación, transformación, mezcla y envasado de las partidas importadas sospechosas, con el apoyo de investigadores de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF).

Estas investigaciones tenían por objeto poner fin a la comercialización voluntaria de miel contaminada en el mercado de la UE por parte de los operadores y sancionarlos en consecuencia si fuera necesario. De las 320 muestras tomadas en las fronteras de la UE y analizadas por el Centro Común de Investigación (CCI), 147 (46%) eran sospechosas de no cumplir la normativa.

Esta tasa de sospecha fue considerablemente más alta en comparación con un plan de control coordinado anterior a escala de la UE llevado a cabo en 2015-17, en el que el 14% de las muestras analizadas no cumplían los criterios de referencia establecidos para evaluar la autenticidad de la miel.

Sin embargo, el JRC aplicó un conjunto diferente de métodos, con una capacidad de detección mejorada, a lo largo del ejercicio actual, lo que puede explicar este contraste. En total, 123 exportadores fueron sometidos a controles, de los cuales 70 (57%) fueron marcados por haber exportado partidas de miel sospechosas de estar adulteradas con azúcares externos. En cambio, 95 importadores se vieron afectados. El ejercicio mostró que dos tercios de ellos (63 importadores) estaban implicados en la importación de al menos una partida sospechosa, llegando al 100% de incumplimiento en el caso de varios de ellos. Otros 44 operadores han sido investigados hasta la fecha, de los cuales 9 han sido sancionados.

Sobre la base de estos resultados, la Comisión ya ha pedido a los operadores un plan de acción inmediato para poner remedio a esta situación que va en detrimento de los intereses de los consumidores (pone en peligro su confianza), socava las cadenas de valor alimentarias, crea competencia desleal para los productores y operadores de la UE y pone en peligro la credibilidad de los sistemas de control alimentario.

La Directiva de la UE sobre la miel, actualmente en revisión, también permitirá incluir disposiciones para proteger aún mejor los intereses de los consumidores y de los productores honrados, ordenando un etiquetado detallado del origen geográfico de la miel.

La Comisión también invitó a las autoridades nacionales a aumentar los controles oficiales en el sector para disuadir las prácticas fraudulentas y sancionar a los autores de fraudes.

 

Antecedentes

Aunque el riesgo para la salud de los consumidores se considera muy bajo (partiendo de la base de que los jarabes azucarados añadidos son aptos para el consumo humano), la adulteración de la miel con azúcares supone un reto para la confianza de los consumidores en la cadena alimentaria de la UE, para los operadores y para la reputación de la miel.

La diferencia de precio entre la miel auténtica y los jarabes de azúcar y la imposibilidad para los consumidores de detectar la ampliación de la miel con jarabes ofrece atractivas oportunidades de fraude a los operadores comerciales deshonestos. Frente a estas alternativas más baratas, la competencia desleal y el dumping de sus competidores, los apicultores profesionales de la UE reciben incentivos negativos para mantener sus actividades apícolas, lo que a su vez repercute negativamente en las cantidades de miel producidas en la UE y, por ende, en la agricultura, la biodiversidad y los ecosistemas.

La información indica que la miel adulterada está presente en el mercado de la UE, pero a menudo pasa desapercibida.