El auge incesante de la demanda de tierra en España y Portugal
La demanda de tierra cultivable sigue creciendo con fuerza tanto en Portugal como en España, según el análisis de asesor Juan Vilar.
La demanda de tierra cultivable sigue creciendo con fuerza tanto en Portugal como en España, según el análisis de asesor Juan Vilar.
Según los últimos datos ofrecidos por Eurostat, el precio medio de una hectárea de tierra cultivable en la UE se sitúa en los 10.578 euros
El precio medio de la tierra para uso agrario en la Comunitat Valenciana bajó en 2022 un 2,2%, tras pasar de los 19.149 €/ha de 2021 a los 18.731 €/ha del pasado año, según se desprende de "La Encuesta de Precios de la Tierra" publicada recientemente por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación
En el conjunto de España el precio aumentó en 83 €/ha (ascenso del 0,8%), desde los 10.180 €/ha en 2021, hasta los 10.263 €/ha en 2022. Con este ascenso se acumulan dos campaña consecutivas de incrementos en el ámbito estatal.
Eurostat ha publicado recientemente un interesante informe sobre la evolución de los precios de la tierra en Europa.
El precio medio de la tierra para uso agrario en la Comunitat Valenciana aumentó en 2020 en 173 €/ha, desde los 19.075 €/ha de 2019 hasta los 19.249 €/ha del pasado año, lo que supone un aumento del 0,9%. El precio medio de la tierra en territorio valenciano es de los más altos de España, solo superado por Canarias (79.001 €/ha), Balears (20.272 €/ha), Andalucía (19.842 €/ha) y Murcia (19.433 €/ha).
El precio medio de la tierra para uso agrario en la Comunitat Valenciana subió en el año 2019 una cantidad de 470 euros/ha, lo que supone un aumento del 2,5%. El precio medio de la tierra el pasado año en la Comunitat Valenciana fue de 19.075 €/ha por los 18.605 €/ha del 2018. Únicamente en Canarias (87.779 €/ha), Baleares (20.906 €/ha) y Andalucía (20.082 €/ha) tiene más valor el precio medio de la tierra que en la Comunitat Valenciana.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha publicado recientemente la Encuesta de los Precios de la Tierra correspondiente a 2018 en la que se aprecia que, como media, el importe del valor por hectárea se ha situado en los 10.209 euros, lo que significa un ascenso del 1,3% en relación a 2017, ganando 126 euros. En la Comunitat Valenciana los precios de la tierra bajaron en 2018 un 1% hasta situarse en 18.605 euros
Según los datos ofrecidos por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en la Encuesta de los Precios de la Tierra de 2017, el valor de la misma se ha incrementado un 2%, 200 euros, al pasar de los 9.882 €/ha en 2016, hasta los 10.082 euros de 2017.
El Grupo Operativo ProMinifun celebró, recientemente, en la sede de la Dirección General de Desarrollo Rural, Innovación y Política Forestal una jornada formativa y divulgativa inaugurada por la Subdirectora de Innovación Rocío Wlosky con el objetivo de analizar la problemática asociada al minifundio en el medio rural, valorar posibles soluciones y determinar propuestas innovadoras a incorporar al marco legislativo o de gestión actuales.
El precio de las tierras de cultivo ha crecido un 4,1% en 2017, consolidando la tendencia al alza por segundo año consecutivo. Se trata del mayor aumento desde 2011, cuando se realizó el cambio de base para su estudio.
En 2016, según el último informe publicado por Eurostat, se utilizaron un poco más de 171 millones de hectáreas de tierra en la Unión Europea para la producción agrícola, alrededor del 40% de la superficie total de la UE.
Según el citado documento, Europa cuenta con 10,3 millones de explotaciones agrarias, de las que el 66% cuenta con un tamaño inferior a las 5 hectáreas.
EUROSTAT, la agencia estadística de la Unión Europea, ha elaborado un interesante informe sobre el precio de la tierra y los arrendamientos de la misma, destacando el documento como los precios de la tierra varían considerablemente entre y dentro de los Estados Miembros de la Unión Europea
Es evidente que la agricultura y la ganadería, aunque a muchos que viven alejados de ellas les pueda sorprender, está en una profunda revolución tecnológica, incluso puede que más acusada que otros sectores, aprovechando todas las oportunidades que ofrece, por ejemplo, el “big data”, o nuevas herramientas encaminadas al ahorro de energía o de agua por ejemplo.