La próxima campaña será mejor
* Patricio Simó.
Acabada la vendimia, ahora toca labrar los campos y dejar la tierra preparada. Los agricultores están esperando que llueva para sembrar, sin embargo, pasan los días y no hay previsiones de que lo haga en las próximas semanas. Nada más terminar la vendimia, labré las viñas y ahora estoy con los almendros. La tierra es muy agradecida porque con lo poco que ha llovido en octubre, hay bastante sazón y el terreno no está pesado. El problema son los elevados costes. El precio del gasóleo agrícola está hoy a 1,56 euros el litro. En un año se ha incrementado un 70%, si a eso añadimos la subida que han experimentado otros costes de producción como los abonos, las semillas, los piensos, los fertilizantes o los productos fitosanitarios, al agricultor no le salen las cuentas.
El agricultor siempre piensa en la campaña que viene. Cuando ha sido un mal año, como ha ocurrido con este con la fruta de hueso y con el almendro, los optimistas siempre pensamos que el próximo será mejor y es que no nos queda otra que seguir adelante.
En los almendros se ve una buena muestra. Falta que el tiempo no lo estropee. Las heladas de marzo y abril, pese a ser una variedad tardía como es la vairo, echaron a perder toda la cosecha. Me quedan un par de campos para terminar de labrar todas las parcelas. Los almendros de la variedad vairo aún conservan la hoja, sin embargo, la lauranne ya la ha perdido. El precio de la almendra, pese a haber una cosecha muy corta, sigue sin despegar. Solo la marcona y la almendra ecológica mantienen una tónica alcista, cotizando en torno a los 7 euros el kilo. También en la almendra californiana que es la principal competidora se ha producido un importante descenso de la cosecha debido a la sequía y a problemas derivados de las huelgas en los puertos.
Hay mucha especulación como ocurre con los cereales de invierno, especialmente el trigo, que cotiza en los mercados mayoristas. Lo lógico en una coyuntura como la actual, donde la producción de la almendra ha caído considerablemente es que los precios suban. Pero no siempre la ley de la oferta y la demanda se cumple.
