Es necesaria una producción sostenible
*Vicente Puchol, gerente y director técnico de EDYPRO.
Es primordial sensibilizar a la sociedad de lo importante que es, que desde la producción agrícola de alimentos saludables, seamos conscientes de la necesidad de respetar la naturaleza, que es respetar el medio ambiente. Por suerte, la producción de alimentos desde la agricultura está inmersa en un magnífico proceso de cambio, pasando de una agricultura del pasado basada en la utilidad de productos químicos tóxicos, a una nueva agricultura biotecnológica que trabaja potenciando la fertilidad de la tierra y su flora microbiana. Esta nueva agricultura logra el equilibrio entre las plagas y los depredadores y ofrece al consumidor frutas y hortalizas exentas de residuos con magníficas propiedades nutritivas que van a influir de modo directo en la mejora de la salud humana.
Todos los seres vivos tenemos derecho a vivir, pero todos estamos de paso y por tanto tenemos que ser equilibrados en ese transcurso para ser capaces de vivir cómodamente y dejar las cosas igual o mejor que las hemos encontrado.
La sostenibilidad de la vida consiste en ser capaces de aprovechar los recursos naturales, pero retroalimentando el punto de origen para que las generaciones venideras encuentren una tierra de cultivo viva, fértil y exenta de elementos tóxicos que les permita seguir produciendo alimentos para poder mantener la evolución de la humanidad.
El desarrollo de las tecnologías ha facilitado el uso más racional del agua e incluso ha contribuido al desarrollo de soluciones que permiten seguir cultivando en condiciones de aguas duras o degradadas. Tenemos que ser conscientes de que con menos agua, pero aprovechada de mejor modo, se puede cultivar bien e incluso evitar algunos problemas en el suelo y de sanidad de la planta.
Los árboles son muy agradecidos cuando se respeta el entorno que ellos necesitan para vivir, cuando se les nutre, se riegan con la frecuencia óptima según la época del año y, además, se les protege de plagas o enfermedades. Si somos capaces de entender cuál es su estructura y su sentido de vida, estaremos recibiendo de retorno grandes cosechas, de excelentes calidades. Ahora bien, si nuestra conducta con ellos es agresiva, podamos de modo desmedido, somos castigadores en la poda y dejamos el árbol desequilibrado, el árbol para poder seguir el instinto natural de sobrevivir, tendrá que desarrollar nuevas partes vegetativas muy vigorosas que le protejan su estructura y, en consecuencia, tendremos más enfermedades, menos cosecha, menos calidad y le habremos acortado su vida productiva.
