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Más de 20.000 alumnos participan en el proyecto huertos de biodiversidad

Los huertos se han convertido en una herramienta docente muy útil dentro de las escuelas para mejorar la calidad de la alimentación de los estudiantes, fomentar la educación ambiental y proporcionar un contexto práctico que les enseñe nuevas habilidades en ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas. 

Fundación Global Nature coordina el proyecto Huertos de Biodiversidad en el que han participado más de 20.000 alumnos y 1.000 docentes desde su puesta en marcha hace cinco años y del que se espera que el número de participantes siga aumentando para el próximo año.

El proyecto cuenta además con el apoyo para el desarrollo de las actividades de entidades como de la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC) y su red de ecoescuelas de más de 500 centros repartidos por toda España y con la colaboración de Ecoembes para la ejecución y el desarrollo de talleres que trabajen sobre las 3R, la economía circular y la reducción de plásticos en el centro escolar. 

El boom de sacar las aulas a la naturaleza

Cada vez, son más los centros que se suman a proyectos que integran la naturaleza en sus programas docentes.  “Hay muchas herramientas y metodologías diferentes que un centro docente puede utilizar para fomentar el aprendizaje de sus estudiantes. Lo importante es encontrar la combinación que funcione mejor para cada grupo y adaptarse a sus necesidades y habilidades individuales y, para eso, los huertos ofrecen el marco perfecto de aprendizaje” señala el coordinador del proyecto, Javier Ruiz.

Construir los maceteros y otros elementos del huerto con materiales reciclados, el uso de técnicas de jardinería sostenible para reducir el uso de agua y fertilizantes o implementan prácticas de compostaje para convertir los residuos orgánicos del huerto en abono natural que pueda ser utilizado para cultivar alimentos, permite a los estudiantes ver de primera mano cómo se pueden utilizar los recursos de manera eficiente y sostenible, lo que les ayuda a comprender conceptos como sostenibilidad o economía circular. “Este tipo de talleres les permite ver de primera mano cómo se pueden utilizar los recursos de manera eficiente y sostenible, y cómo su propia acción individual puede tener un impacto positivo en el mundo que los rodea, lo que puede ayudarles a desarrollar una actitud responsable y comprometida con el cuidado del medio ambiente” añade Ruiz. 

A través de su web ofrecen además, de forma gratuita, una colección de materiales y recursos como la guía paso a paso para para crear huertos escolares, fichas para la elaboración de talleres sobre reciclaje y economía circular o un manual con consejos para comer por el planeta. Además, se pueden consultar numerosas actividades que abogan por el fomento de buenas prácticas de alimentación que podrán poner en práctica en el centro escolar.