Los dietistas-nutricionistas advierten de que la cesta básica de alimentos propuesta por el Gobierno es incompleta
El Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas y la Academia Española de Nutrición y Dietética han presentado el documento “Cesta Básica de Alimentos: una herramienta para disminuir las desigualdades en el acceso a alimentos básicos de la población española”, en el que analizan desde el punto de vista de la evidencia científica la propuesta realizada por la AESAN, aclaran algunas de las polémicas surgidas tras su publicación y pauta algunas recomendaciones para mejorar lo que consideran una “propuesta inicial aceptable, pero que se encuentra incompleta”.
Tal y como han explicado, la Cesta Básica de Alimentos (CBA) es una indicador de dieta basado en el patrón de consumo de cada país y de las recomendaciones sobre alimentación saludable. Funciona como una herramienta que permite medir las personas en riesgo de no adquirir los requerimientos básicos de alimentación y nutrientes necesarios y, por tanto, de manera indirecta, los niveles de pobreza y desigualdad de un país.
Hasta la fecha, España no contaba con ninguna CBA. La propuesta emitida por la AESAN en septiembre de 2022 es la primera, basada en criterios nutricionales y de sostenibilidad de los sistemas alimentarios.
Aunque desde el Consejo General y la Academia se considera que la propuesta de alimentos recogida en la CBA es adecuada, se trata, tal y como se recoge en el documento de posicionamiento, de un paso inicial pero que se encuentra incompleto y necesita ser completado para poder ser efectivo y ponerse en marcha.
Uno de los principales motivos es que no establece una frecuencia de consumo recomendada o cantidad de alimentos que deberían adquirirse. Tampoco establece un coste de la misma, más allá de una indicación de 30€ semanales que, si se compara con el valor mínimo de una cesta de compra saludable en España según los estudios realizados en 2015 (que apunta un coste de 131,63€ mensuales), únicamente cubriría el 91% de la misma, teniendo en cuenta que actualmente se han incluido también productos de higiene personal en la CBA y que no se ha tenido en cuenta la inflación.
Dietistas-nutricionistas creen necesaria una regulación del precio de los alimentos incluidos en la CBA, más aún cuando el IPC de alimentos se situó en agosto de 2022 en el 13,8%, por encima de la media, y con especial incidencia en productos saludables como el aceite de oliva, frutas, verduras, huevos, aves, etc
Alma Palau, presidenta del Consejo General, alerta de que “el hecho de dejar el precio en manos de los distribuidores es un error, ya que al final esto puede repercutir en el precio a los productores (agricultores, ganaderos y pescadores), siendo una vez más los grandes perjudicados”. Ante esto, indica que “es necesario que el Gobierno cree una mesa de trabajo con todos los actores implicados, dietistas-nutricionistas, organizaciones del tercer sector y humanitarias, y entidades del sistema agroalimentario para establecer una cesta básica saludable, justa y al alcance de toda la población”.
El presidente de la Academia, Giuseppe Russolillo, añade que “La CBA no debe ser una respuesta o solución a la inflación que se viven en nuestro país, sino más bien una herramienta que permita identificar rápidamente a personas o grupos de personas en riesgo de vulnerabilidad y acceso limitado a alimentos. Los alimentos que entren en la CBA deberían contemplar una fiscalidad del 0 % de IVA”.
Desde el CGCODN y la Academia se propone al Gobierno las siguientes recomendaciones:
- La CBA debe establecer las frecuencias de consumo o cantidad de alimentos, considerando los diferentes grupos de edad, el coste económico de la misma en base a precios de mercado y contemplando una participación en la vida social mínima de las personas.
- Las medidas que tome la industria de la distribución no deben repercutir negativamente en los productores de alimentos frescos: agricultura, pesca y ganadería.
- Debe contemplarse una rebaja en la fiscalidad de los alimentos incluidos en la CBA y CBA libre de gluten, como herramienta para reducir el coste de alimentos básicos, saludables y nutritivos frente a los productos ultraprocesados. Se plantearía incluso, como ocurre en otros países y dadas las previsiones económicas, el 0% de IVA en dichos alimentos.
- En la elaboración de la CBA deberían participar entidades profesionales y científicas de dietistas-nutricionistas como profesionales de la salud de referencia, de organizaciones del tercer sector y humanitarias dedicadas a las personas en riesgo de vulnerabilidad, exclusión o con acceso limitado a los alimentos, así como a entidades representativas del sector agroalimentario.
- El CGCODN y la Academia pueden jugar un papel clave como expertos en alimentación, nutrición y guías dietéticas para la población, en la definición de una CBA que permita llegar a las recomendaciones dietéticas a un coste asequible para las personas con mayor riesgo de vulnerabilidad y exclusión social, así como para la población celíaca.
“La alimentación es un derecho fundamental, y la alimentación saludable, también. Comer bien no debe ser un lujo”, concluye Alma Palau.
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