Pasar al contenido principal

LA UNIÓ pone deberes al Gobierno de España en su presidencia de la UE para este semestre

LA UNIÓ Llauradora i Ramadera se pregunta qué pasa con la presidencia española de la UE para este semestre que se ha iniciado ya y sobre la cual ni se ha consultado al sector, ni se han tenido noticias de las prioridades en una agenda agrícola que se adivina muy complicada.

La organización considera que ciertos asuntos que se van a debatir, y algunos posiblemente cerrar, en este segundo semestre de 2023 bajo la dirección de España, tienen una extraordinaria importancia y “toda la clase política debe estar pensando en lo que es mejor para el sector agrario, pase lo que pase en las elecciones generales del próximo 23 de julio.

España dirigirá en el Consejo Europeo los debates sobre las propuestas de la Comisión de uso sostenible de fitosanitarios, la nueva ley comunitaria de conservación de la naturaleza, la revisión de la directiva de emisiones industriales (que afecta a la ganadería), la adaptación de las normas de bienestar animal en granja y en el transporte (con la eliminación de cría en jaulas) donde hay que evitar la humanización de los animales y apostar por el hecho de que “la carne es carne”, el acuerdo Mercosur y, por supuesto, la activación de medidas para combatir la sequía en el sur de Europa.

LA UNIÓ destaca que es la ocasión para que, desde España, se impulse la inclusión de cláusulas espejo en los tratados y acuerdos comerciales con países terceros para exigir a los productos importados condiciones similares a las se ven obligados a respetar los productores europeos. Sobre este aspecto la organización reclama una mejor ordenación de los acuerdos comerciales con terceros países con la necesidad no suscribir ninguno que no tenga un estudio riguroso previo de afección para las producciones agrarias europeas.

Otro punto prioritario para Carles Peris, secretario general de LA UNIÓ, es que el Gobierno español aproveche la presidencia europea para que se consideren los cítricos como producto sensible y también que España presione para que el tratamiento de frío para las importaciones de cítricos procedentes de Sudáfrica se extienda también a las mandarinas.

LA UNIÓ considera así mismo que es el momento de exigir una Ley de la cadena alimentaria para todo el ámbito europeo que evite el poder de negociación de la distribución o que la implantación del Cuaderno Digital de Explotación (CUE) sea uniforme en toda la Unión Europea para que no haya discriminación entre unos países y otros. Otras medidas que se podrían aprovechar en la presidencia española de la UE es un control de los costes de producción o un mejor etiquetado de las producciones agroalimentarias, con especial atención a la miel que sufre las importaciones de terceros países con mezclas de sucedáneos.

LA UNIÓ muestra su preocupación por las noticias que, hasta el momento, han trascendido sobre asuntos como Mercosur: “Hemos oído a Pedro Sánchez que querría alcanzar un acuerdo en los próximos meses, sin cláusulas espejo y sin disponer siquiera de una evaluación de su impacto sectores como avícola, vacuno, apícola, vino, cítricos y arroz, que se verían muy afectados”, critican.

La organización agraria teme que se caiga en el error de ir a Bruselas a sacar pecho; “Nos jugamos mucho en estas cuestiones. No entendemos que no se haya convocado al sector para consultar cuáles deberían ser las prioridades y para fijar posiciones de cara a la Presidencia”, añaden.

LA UNIÓ muestra también su intranquilidad acerca de cómo pueden concluir las discusiones sobre todos estos puntos, algunos de los cuales son derivación directa de las estrategias del Pacto Verde. La organización ya ha expresado públicamente y ante el Ejecutivo y el Legislativo español que se debería promover en la UE la aprobación de una revisión de sus objetivos y su hoja de ruta para acompasarlos al actual escenario pospandémico y de guerra en Ucrania y considera que la Presidencia es una magnífica oportunidad para ello.