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La dieta mediterránea es la de menor impacto medioambiental y de mayor efecto beneficioso en la salud

València ha acogido el I Foro Nacional de Alimentación Responsable “La restauración colectiva en todas las etapas de la vida”, organizado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas (CGCODN) y la Academia Española de Nutrición y Dietética. 

Más de cincuenta ponentes profesionales y expertos productores, agricultores, responsables de la administración emprendedores, consumidores, asociaciones de pacientes, empresas de restauración colectiva, además de representantes de ONGD, AMPA, centros escolares y dietistas-nutricionistas han participado en las cinco mesas redondas.

Alma Palau, presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas recuerda que “una alimentación responsable es saludable, basada en la dieta mediterránea, sostenible y justa” y para que así sea, son varios los criterios a tener en cuenta de forma trasversal en toda la cadena alimentaria, hasta la  elección final por parte del consumidor.

Alimentación responsable

Fomentar la dieta mediterránea, eminentemente vegetal, que en nuestro entorno geográfico es la de menor impacto medioambiental, y de mayor efecto beneficioso en la salud y en el desarrollo económico de la propia comunidad. Esto, además, unido a criterios de sostenibilidad en los servicios de alimentación que se vean reflejado en las licitaciones públicas, como dar prioridad a los productos de Km0, reducción y/o mejor gestión de desperdicios, reducción del plástico o el uso de materiales biodegradables, entre otros.

En este 1er Foro de Alimentación Responsable organizado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas y la Academia de Nutrición y Alimentación, los expertos también han coincidido en la necesidad del diálogo constante con las Administraciones Públicas estatal, autonómico y local, de su apoyo y colaboración. En este contexto, la administración municipal tiene un papel preponderante en el fomento de la economía circular y en el apoyo al pequeño productor.

A nivel social es necesaria una mayor alfabetización alimentaria a través de acciones educativas y campañas de sensibilización que integren a las familias, educadores, responsables de la prevención de riesgos laborales, etc, además de favorecer el acceso de todos los colectivos a una alimentación saludable y fomentar la igualdad entre hombres y mujeres, en el sector.

A las Administraciones Públicas se les pide implicación en laregulación y promoción de guías alimentarias para los diferentes entornos alimentarios: educación infantil, centros educativos, universidades, de empresa/laboral, espacios sanitarios y residencias de todo tipo, tanto en materia de salud como de sostenibilidad, educación y sensibilización.

También es necesario promover políticas agroalimentarias que mejoren las condiciones laborales de agricultores, pescadores y ganaderos como primeros eslabones de la cadena alimentaria, garanticen precios justos y promuevan el conocimiento del origen de los alimentos. Velar por su calidad e inocuidad, anteponiendo el bienestar humano, animal y la preservación del medioambiente a los intereses económicos de la industria es otro de los elementos de una alimentación responsable.

Por último, se hace una llamada a la responsabilidad de los medios de comunicación y responsables de marketing en materia de alimentación, para aportar información veraz y combatir la información engañosa y la desinformación.