La UA desarrolla un biosensor con desechos de naranjas y remolachas capaz de indicar si un alimento fresco está en buen estado para su consumo
El Grupo de Análisis de Polímeros y Nanomateriales (NANOBIOPOL) de la Universidad de Alicante (UA) ha desarrollado una tecnología que mejora el envasado de alimentos aprovechando los desechos de la industria agroalimentaria. Se trata de un biosensor colorimétrico, es decir que cambia de color, a partir de desechos de naranja sanguina, propia de la Comunitat Valenciana y con una producción de residuos anual de una tonelada, y de remolacha.