Cuando segar ayuda a la supervivencia de un ave amenazada
La pérdida de biodiversidad, es decir, de especies existentes en nuestro planeta, está en el centro de las actuales preocupaciones, pues aproximadamente un millón de ellas están ya en peligro de extinción. Su supervivencia depende en muchos casos de que sus hábitats, los lugares en los que habitan, estén en buenas condiciones. Es lo que ocurre, por ejemplo, con el carricerín cejudo (el ave paseriforme más amenazada de Europa), que necesita de humedales en buenas y específicas condiciones para sobrevivir. Estos hábitats, de los más ricos en biodiversidad, están siendo destruidos a pasos agigantados y por ello, acciones tan concretas como la siega de vegetación pasan a ser fundamentales, ya que permiten crear claros y gestionar la vegetación de tal forma que se asegura su descanso, protección y alimentación.
Es lo que han identificado técnicos de la Fundación Global Nature (FGN) dentro del proyecto LIFE Paludicola que se desarrolla en cuatro humedales de la Comunidad Valenciana, en concreto en el Prat de Cabanes-Torreblanca, la Marjal dels Moros, l'Albufera y la Marjal Pego-Oliva (también en Castilla y León y Castilla-La Mancha). Dentro de esta acción, se han ejecutado desbroces mecánicos a través de máquinas anfibias adquiridas específicamente para este proyecto, ya que permiten gestionar la vegetación en lugares con agua.
Estos trabajos se convierten en un paraguas de cuidado para otras muchas especies que habitan en los humedales, por lo que es garante de la biodiversidad de estos ricos ecosistemas. Un ejemplo de ello es el águila pescadora introducida en la Marjal de Pego-Oliva por la Consellería de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica de la Generalitat Valenciana con el objetivo de volver a recuperar esta especie, de la que no se tiene constancia de su reproducción hace más de 40 años en esta comarca de la Marina.
Temporada de siegas con máquina anfibia
Con el mismo objetivo de favorecer la regeneración, facilitar el anidamiento de especies reproductoras y sus posibilidades de alimentación, el LIFE Paludicola fija un calendario de trabajos en el que se perturbe lo menos posible a la fauna que habita estos ecosistemas.
En la campaña actual 2019/2020, las siegas por los humedales costeros de la Comunidad Valenciana se iniciaron el pasado mes septiembre, en concreto, en el Parque Natural del Prat de Cabanes, Torreblanca (Castellón) y acabaron a finales de octubre con una superficie de total actuación de 8,52 hectáreas. Cabe destacar que, a diferencia del año pasado, cuando la biomasa retirada se utilizó para fabricar compost ecológico, este año se ha experimentado con el uso de esta biomasa como aporte al proceso productivo de turba. Para la incorporación de la biomasa al proceso productivo de la turba, esta biomasa ha de ser previamente triturada para incorporarla al proceso de compostado de la turba.
En una a segunda fase se actuó en la Marjal de Pego-Oliva, con una superficie segada 7,5 Hectáreas y aproximadamente 25 toneladas extraídas entre mediados de octubre de 2019 y mediados de enero de este año. Durante los próximos días, los trabajos van a continuar en la Marjal del Moro, previsiblemente durante la última semana de enero con la previsión de realizar 5,5 hectáreas de siega. Por último, se actuará en l’Albufera.
En la Comunidad Valenciana, la primera campaña de siegas se realizó al arranque del proyecto LIFE Paludicola en febrero de 2018, (campaña 2017/2018) y entonces se segó una superficie de 4 ha en el marjal de Pego-Oliva, que equivale a la retirada de este humedal de 74 toneladas de peso seco y 464 m3 de volumen de vegetación en seco, mayoritariamente carrizo. En la segunda campaña (2018-2019) las siegas se extendieron a los cuatro humedales de actuación de la Comunidad Valenciana y en total se segaron casi 34 ha, que se corresponde con 573 toneladas de peso seco extraído y con un volumen de 3.583 m3 de volumen de vegetación en seco.
En resumen global, en el transcurso de las dos campañas la máquina anfibia ha segado unas 40 ha de superficie en cuatro humedales y casi se han retirado 650 toneladas de carrizo en peso seco. Por tanto y pendientes aún del fin de la actual campaña, desde los comienzos de los trabajos de la máquina anfibia en febrero de 2018 se han segado 53,32 ha en cuatro humedales de la Comunidad Valenciana.
Las siegas, parte de un proceso mayor
Estos trabajos se enmarcan dentro del proyecto LIFE Paludicola, desarrollado por FGN y que tiene como objetivo principal frenar el descenso de las poblaciones de carricerín cejudo mediante actuaciones de restauración del hábitat de paso migratorio pre y post nupcial. Son muchas las acciones que incluye este proyecto (de conservación, monitorización, compra de terrenos, etc.) llevadas a cabo durante el período 2017-2020 en 12 municipios de tres regiones españolas (Castilla-La Mancha, Castilla y León y Comunidad Valenciana), todas ellas incluidas en espacios de la Red Natura 2000.
La iniciativa está cofinanciada por el programa LIFE de la Unión Europea y son socios de la misma la Fundación Global Nature y la Junta de Castilla y León. El proyecto cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través de la Fundación Biodiversidad, de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural de la Generalitat Valenciana, el Ayuntamiento de Torreblanca y la empresa INFERTOSA S.A.