Un proyecto con alma
* Patricio Simó.
Hay empresarios que ganan dinero con sus negocios y los reinvierten en otros sectores. En el caso de Manuel García- Portillo su apuesta ha sido clara. Recuperar y rehabilitar masías que estaban abandonadas por sus anteriores propietarios. Una apuesta clara por el territorio y una defensa de mundo rural y sus gentes. Cada una de las fincas rehabilitadas, nueve en total, es una pequeña joya arquitectónica de principios de siglo que en su momento pertenecieron a la burguesía valenciana y que el transcurso del tiempo las había dañado. Es el caso de otras tantas fincas de Terres dels Alforins que han sido pasto de los escombros.
Frente a la ruina de perder todo el patrimonio, hay personas como Manuel García- Portillo que pone ilusión, conocimiento, ideas y dinero, mucho dinero para salvar todo este patrimonio que de otra manera se hubiera perdido.
La España vaciada o vacía de la que tanto se habla, pero no se le ponen soluciones, a veces hasta trabas desde la propia Administración, ha encontrado en la persona de Manuel García- Portillo una esperanza para que la España rural vuelva a ser atractiva para muchas generaciones que abandonaron el campo para irse a la ciudad.
Moixent, junto a la Font de la Figuera y Fontanars dels Alforins forman un triunvirato perfecto donde el territorio es el protagonista. En sus parcelas se extienden grandes explotaciones de viñedos, cereal, almendros y olivos. Aunque nacido en Cervera del Maestre, un pequeño pueblo del norte de Castellón, la vinculación de García-Portillo con Moixent se remonta a sus primeros años de infancia.
El proyecto Origen nace de la mano de Manuel García-Portillo, empresario valenciano de notable éxito, y es un proyecto muy ambicioso y valiente, que como él dice y no se cansa de repetir es un “proyecto de personas para personas”. García-Portillo retorna a su origen y a sus esencias, no solo por una cuestión sentimental y romántica, que intuyo que también, sino básicamente por esa pasión que tienen los empresarios emprendedores y valientes como García -Portillo que no se amedrantan antes las adversidades y ponen el listón cada vez más alto.
Portillo podría haber invertido su dinero en cualquier otro proyecto, seguramente más rentable en términos económicos, sin embargo, ha apostado por poner en valor el territorio y concretamente esta porción de la España rural que se llama Moixent.
