Un impuesto a las grandes compañías petroleras y eléctricas
* Patricio Simó.
Los agricultores tienen muy complicado trabajar a los costes actuales. Es más rentable quedarse en casa. Todo ha subido, salvo el precio al que venden sus productos. Poner el tractor en marcha cuesta el doble de lo que costaba hace un año. Si el gasóleo agrícola estaba entonces a 0,80 céntimos el litro; hoy cotiza a 1,60 y subiendo.
Según datos de Asaja de Castilla y León, una explotación de 200 hectáreas que, de media, emplea 75 litros de gasóleo por hectárea al año, tiene un consumo anual de 15.000 litros, lo que se traduce en un coste total de 24.000 euros, que supone un aumento en 12.000 euros en comparación con el año pasado. Unos costes que son absolutamente inasumibles.
Nadie entiende que con el precio del barril de Brent más barato que hace un año, la gasolina y el gasóleo estén más caros sino es por la especulación y la vorágine de las empresas petroleras y eléctricas cuyos beneficios no dejan de crecer, incluso en períodos de crisis.
Algunos países como Italia o Grecia que no son nada sospechosos de ser países socialcomunistas, incluso Reino Unido, que tampoco lo es, han puesto un impuesto a las grandes compañías petrolíferas y gasistas del 25%.
España lleva hablando de esta posibilidad hace semanas, pero sin tomar partido, como le piden sus socios de Gobierno de Unidas Podemos.
Sería una medida de carácter temporal, sobre lo que se ha dado en llamar “beneficios caídos del cielo”, que no son otra cosa que los obtenidos de manera extraordinaria, como es el caso.
Es una medida que puede parecer intervencionista dentro de una economía de libre mercado, pero que busca repartir los efectos de la crisis para que no recaiga siempre en los mismos.
Los 0,20 céntimos por litro que aprobó el Gobierno como ayuda son insuficientes para paliar la escalada de los combustibles. De hecho, el incesante incremento en los precios ya se ha comido esa ayuda.
La gasolina y el gasoil están cada vez más caros y se habla de que podrían llegar en los próximos meses a los tres euros el litro
