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Los apicultores españoles reclaman medidas ante la crisis estructural que sufre el sector

ASAJA, UPA , COAG y las Cooperativas Agroalimentarias de España convocaron ayer a varios centenares de apicultores a las puertas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en Madrid, para reclamar soluciones a los problemas estructurales del sector.

Las organizaciones convocantes han trasladado al MAPA la situación límite del sector apícola que ve amenazada su continuidad, ya que miles de familias que viven de la apicultura han visto destrozada la rentabilidad de sus explotaciones.

Los apicultores han llevado a las puertas del Ministerio las demandas de un sector que está sufriendo una sangría económica por varios motivos: la sequía y las altas temperaturas han reducido la producción de miel a menos de la mitad de una campaña normal; los apicultores han tenido que comprar mucho más alimento que otros años a precios disparados; una alta mortandad de colmenas por la varroa o el abejaruco; precios ruinosos y un mercado bloqueado por las importaciones de una miel de “dudosa calidad” procedente de China o Uruguay y que por una mala normativa se vende como producción española confundiendo así al consumidor.

En este sentido, las organizaciones convocantes califican de “absolutamente irresponsable” el comportamiento de los envasadores y la distribución española, que “discriminan la miel española y la sustituyen por mieles importadas a precios muy por debajo de los costes de producción en nuestro país”. Así, en la mayoría de los lineales de la gran distribución se encuentran mayoritariamente mieles mezcladas donde el porcentaje de miel española es absolutamente testimonial, y la miel española tiene escasa o nula presencia. Ante esta situación, “el Ministerio debe actuar y defender a nuestras apicultoras y apicultores”.

Recuerdan que las administraciones, tanto el Ministerio de Agricultura como las  Consejerías de Agricultura de las distintas comunidades autónomas, o afrontan los problemas del sector productor, o será irremediable el abandono de una actividad que favorece el medio ambiente y la biodiversidad. “No entendemos que se quiera declarar Patrimonio Mundial a la apicultura por todos los beneficios que aporta pero, sin embargo, se dejan abandonados a los apicultores a su suerte”.