Aunque desde su inicio la normativa provocó la división entre los grandes partidos, con una campaña de ataque y manipulación orquestada por parte del lobby agroindustrial europeo (Copa Cogeca) de la mano de la derecha y ultraderecha, lo cierto es que las negociaciones hicieron posible su aprobación en las tres fases del trámite. Fue durante el último tramo, con la vuelta a la aprobación definitiva del Consejo de la UE (normalmente con carácter formal), cuando saltaron las alarmas y se pospuso la votación definitiva ante un alto riesgo de fracaso . “Resulta inédito que, llegados hasta aquí, con una Ley muy rebajada, con unos trílogos que consiguieron grandes acuerdos, ahora pueda caerse en una votación que debería ser un mero trámite”, apuntilla Sánchez.
“Si la Ley no se aprueba el próximo día 17 mostrará que no estamos entendiendo la situación en la que nos encontramos y supondrá pérdida de derechos de los ciudadanos: estamos hablando de recuperar la naturaleza que nos permite alimentarnos, respirar y evitar el aumento de temperaturas extremas”, añade Sánchez.
Apoyo de grandes empresas y de la comunidad científica
El mundo de las empresas y la comunidad científica han mostrado en diferentes momentos su apoyo a la LRN. La última muestra llega por parte de más de 50 empresas, entre las que están nombres como Coca-Cola, Iberdrola o H&M, que han reiterado en una carta la necesidad de sacar adelante la normativa. “Las empresas y asociaciones empresariales belgas y europeas abajo firmantes, pedimos a la presidencia belga del Consejo que garantice la adopción urgente de la Ley de Restauración de la Naturaleza de la UE, tal y como acordaron los colegisladores en noviembre de 2023 y adoptó el Parlamento Europeo en febrero de 2024”, dice la misiva.
La presión sobre los estados y la presidencia belga para que la ley sea aprobada ha ido llegando por diferentes frentes: este año hubo otra carta de ministros de Medioambiente y desde 2023 existe una gran campaña dirigida por decenas de científicos y organizaciones defensoras de la naturaleza, junto a un centenar de grandes empresas como Inditex, Nestlé, Danone, Unilever o Ikea que acumuló cientos de miles de firmas ciudadanas. De hecho, a finales de mayo, la última comunicación de la comunidad científica es del pasado 31 de mayo, en la que volvía a expresar su preocupación.
“Desde Global Nature insistimos en que es fundamental para el futuro de Europa que esta Ley salga adelante, estaremos en Bruselas el próximo día 17 de junio coincidiendo con la votación”, concluye Sánchez.
|