Expertos apuestan por la ganadería extensiva y la reducción del consumo de carne para reducir el impacto ambiental y luchar contra el cambio climático
El Centro de Estudios Rurales y de Agricultura Internacional (CERAI) ha celebrado el 29 y 30 de marzo en València las jornadas «¿Qué ganadería necesitamos? Otra ganadería es posible y necesaria», un foro de debate sobre la ganadería, las repercusiones de la ganadería industrial intensiva, los diferentes modelos alternativos y la construcción de sistemas alimentarios justos, equitativos y sostenibles. El acto ha reunido a diversas voces expertas en ganadería, nutrición y medioambiente con el fin de analizar las posibles soluciones.
Ganadería extensiva, clave para el desarrollo sostenible
«La ganadería nos atañe a todos, a nuestra dieta y desde muchos aspectos». Con estas palabras ha inaugurado la jornada Jorge Cavero, director de CERAI, que ha asegurado que en las jornadas «vamos a contextualizar, ver cuál es ese modelo de ganadería y de consumo y qué impactos tienen».
La primera mesa de debate se ha celebrado bajo el título «Contextualizando». Andrés Muñoz, responsable del área de Soberanía Alimentaria de Amigos de la Tierra España, ha expuesto que «el consumo de carne en los últimos 20 años se ha duplicado» y se prevé que siga aumentado. «El mercado empuja a que los productores produzcan más y los consumidores abandonen dietas que tenían menos proteína animal sin que los Estados adopten políticas para reducir la producción», ha añadido.
Asimismo, Eduardo Aguilera Fernández, del Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Medioambientales de la Universidad Politécnica de Madrid y cofundador del think tank Alimentta, ha argumentado que es necesario cambiar la forma en la que consumimos para hacer frente a la crisis medioambiental. «Si combinamos la relocalización del sistema agroalimentario con una ganadería extensiva, la agroecología, la circularidad, los residuos de las ciudades se utilizan para fertilizantes y consumimos menos carne; si se combina todo, tenemos el cambio que necesitamos para el reto global que afrontamos con el cambio climático», ha expresado.
Finalmente, Mónica Vargas, Responsable del Programa Global de Grain, ha señalado que la ganadería industrial se caracteriza por la concentración geográfica, la concentración corporativa y el crecimiento. «Siempre están buscando más crecimiento las corporaciones» incluso cuando estamos en un colapso económico. «Hay que luchar contra las grandes empresas de carne para que rindan cuentas sobre sus emisiones. La transformación del sistema agroalimentario pasa por acabar con los acuerdos de libre comercio que potencian emisiones», ha concluido.
En la segunda mesa redonda, titulada «Ganadería industrial y sostenibilidad», Laura Villadiego, periodista y cofundadora de Carro de Combate, ha asegurado que «la demanda de soja se ha impulsado por la producción de piensos animales». La soja viene principalmente de Brasil, pero no sabemos si proviene de la deforestación. Finalmente, ha apuntado que en la investigación que realizó sobre esta cuestión, el «91% de las empresas encuestadas no sabían de dónde provenía la soja».
Por su parte, Pep de la Rubia, miembro del área confederal de agroecología de Ecologista en Acción, ha explicado que «la ganadería industrial porcina favorece la despoblación rural». Los datos apuntan que «en el 74% de los casos estudiados en España había: o bien un mayor aumento de despoblación o no se aumentaba la población en comparación con los municipios próximos», ha asegurado.
Para finalizar el primer día de mesas de debate, Patricio Eleisegui, escritor y guionista del documental Una laguna negra, ha insistido en que las macrogranjas en la península Yucatán (México) están contaminando el agua potable: «la gente ya no bebe agua del grifo». Además, crean pocos empleos y contaminan las tierras con fósforo y nitrógeno «mientras que el Estado mira hacia otro lado».
El segundo día de las jornadas ha iniciado con una mesa en la que se ha debatido sobre las diferentes alternativas de ganadería y modelos de consumo y qué soluciones se están poniendo en marcha. Así, Alma María Palau, presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas, ha afirmado que «la dieta planetaria es una dieta que tiene tres objetivos: asegurar que en el 2050 tengamos accesibilidad a los alimentos suficientes y saludables, reducir enfermedades vinculados con los patrones dietéticos y que la dieta sea más respetuosa con el planeta». «Lo importante es una dieta variada vegetal con alimentos frescos y muy restrictiva en proteína de origen animal», ha añadido y ha insistido en la importancia de saber cocinar para adoptar cambios en la dieta más sanos y sostenibles.
Por su parte, el secretario técnico del Observatorio del Pastoralismo Extensivo del Mediterráneo, Paco Rubio, ha afirmado que «El pastoralismo extensivo puede ser herramienta de mitigación del cambio climático». «Los pastos capturan más CO² que los bosques. La sociedad y los organismos públicos deben tenerlo en cuenta para la captura de carbono y los servicios ecosistémicos», ha concluido.
El último ponente de la mesa, Néstor Cuéllar, director del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA) de Cordillera, en Bolivia, ha explicado cómo su entidad aboga por un sistema de ganadería semintensiva en la región de El Chaco, Bolivia, ya que emite menos metano y carbono porque los pastos lo almacenan. Esto ha de combinarse con una buena gestión del agua debido a las sequías recurrentes. «En 2021 y 2022, todas las cosechas han dado casi cero ingresos y las familias han tenido solo ingresos de la ganadería. La ganadería puede aportar significativamente a la economía de la familia y evita las migraciones a las capitales».
La última mesa ha estado dedicada a debatir sobre las diferentes maneras en que «la sociedad se moviliza». Loreto Lumbreras, presidenta de la Asociación de Vecinos El Cerrao, ha trasladado la experiencia de esta entidad en la lucha contra la macrogranja cercana a las viviendas en la Pobla de Vallbona. «La justicia no está resolviendo las cosas» ha afirmado, pero la asociación ha conseguido que la Consejería de Medio ambiente avise a la empresa de que debe cambiar sus malas prácticas si quiere seguir explotando su macrogranja, sin embargo, le concede un plazo muy amplio durante el cual la actividad seguirá afectando al territorio y personas que lo habitan.
Daniel Castillo, responsable de formación plurirregionales de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica y Agroecología, ha explicado la iniciativa A paso lento promovida por consumidores, tres ganaderos extensivos y el ayuntamiento de Alcublas, que tiene como objetivo dar a conocer la ganadería extensiva y otro abrir la posibilidad de establecer canales de comercialización directa entre consumidores y productores, apoyado por el Ayuntamiento de Alcublas. «La comercialización se apoya en la sociedad, en los consumidores finales», el proyecto apuesta por la reducción de intermediarios, el consumo de carne local y un mayor control de los ganaderos y los consumidores de la comercialización.
Las jornadas han finalizado con la intervención de Jorge Cavero, director de CERAI, que ha concluido que «hay que crear esa conciencia para que, colectivamente, como ciudadanía, nos organicemos y encontremos una solución para la ganadería que pueda alimentarnos de manera sana, saludable y a la vez nos ayude a tener unos entornos de habitabilidad y un medio ambiente que nos cuide».