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Entrevista Francisco Rodríguez Mulero, Secretario Autonómico de Agricultura: "En estos años hemos querido sentar las bases para asegurar un sector agroalimentario valenciano viable y con futuro"

Francisco Rodríguez Mulero es Secretario Autonómico de Agricultura y Desarrollo Rural desde el inicio del Govern del Botànic en julio de 2015. Miembro del PSPV, ha sido secretario de agricultura y agua. Es ingeniero agrónomo por la UPV. Funcionario de carrera del cuerpo de ingenieros agrónomos de la Generalitat desde 1987. Ha sido jefe de las oficinas comarcales de la Conselleria de Agricultura, y jefe de sección en el Instituto Valenciano de Desarrollo Rural; también jefe de sección de las ayudas a la modernización de regadíos. En el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero fue durante siete años presidente de la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias (SEIASA) de la Meseta Sur. Buen conocedor de la agricultura valenciana desgrana a lo largo de este entrevista cómo ha resultado la gestión en este gobierno compartido y también realiza autocritica de algunas cuestiones.  

P.- A punto de finalizar la legislatura, ¿qué balance haría de la misma?

R.- Diría que moderadamente positivo. Soy un inconformista por naturaleza y además hay que ser exigente consigo mismo y con los demás. Esta legislatura ha sido de transición pues veníamos de una situación de decadencia total, con un presupuesto de la Generalitat destinado a la agricultura que se había adelgazado a niveles increíbles, muy anteriores al inicio de la crisis. Nos ha servido por tanto para engrasar el motor.

P.- Podría concretar algunas de las actuaciones principales en este tiempo...

R.- Hemos trabajado en la puesta en marcha del programa de desarrollo rural. También hemos puesto enfásis en las infraestructuras, en los caminos rurales, se ha actuado en políticas del regadío, se ha iniciado un ambicioso Plan de Agricultura Ecológica, estamos trabajando para orientar la investigación a los retos de futuro...la Ley de Estructuras Agrarias que será fundamental en el futuro, el anteproyecto de ley de Representatividad del sector agrario y otras muchas cosas.

Hemos revitalizado también la actividad de las denominaciones de origen y sus Consejos Reguladores, impulsado el Comité de Agricultura Ecológica, hemos recuperado la formación porque pensamos que la generación de conocimiento en el sector es fundamental, hemos ayudado a elaborar un plan de cooperativismo, pues no hay que olvidar que el cooperativismo agrario valenciano representa casi el 40% de la oferta y más del 50% de la producción agraria total. Hemos puesto en marcha mesas de la cadena alimentaria, mesas de diversos asuntos relacionados con la agricultura y la ganadería; en definitiva espacios de participación porque creemos en la cogestión y todo eso nos sirve para poner los cimientos de lo que nosotros queremos que sea el futuro del sector agroalimentario valenciano, un futuro basado en la sostenibilidad. Hay que ser realista y situarse dentro de veinticinco años, reinventarse en el futuro y para eso necesitamos hacer sostenible nuestra producción al tiempo de orientarla a los mercados que sean capaces de hacerlo sostenible.

 

Un momento de la entrevista concedida por Paco Rodríguez Mulero a Agronews Comunitat Valenciana

 

P.- ¿De qué está más y de qué menos satisfecho?

R.- Nunca estoy contento del todo, pero me alegro -pese a lo que algunos agoreros anunciaban- de haber sido capaces durante casi cuatro años de llegar a acuerdos que nos permitan en el seno del Govern del Botànic sentar las bases para asegurar un sector primario y una industria agroalimentaria con futuro. Y estoy muy insatisfecho conmigo mismo por no haber sido capaz de cumplir el 100% del programa electoral con el que concurrimos a las elecciones.

P.- ¿Qué faltaría por hacer en los meses que quedan?

R.- Tendríamos que acabar y poner en marcha la Ley de Estructuras, dejar iniciado el proceso de reforma y adecuación de la investigación y la innovación y la transferencia. Así mismo acabar de poner en marcha el 100% de las medidas del Programa de Desarrollo Rural, el Programa Agrario de desarrollo de l'Horta  y  consensuar el anteproyecto de ley de Representatividad.

P.- ¿Qué cosas cree que hubieran hecho con más tiempo o más presupuesto?

R.- Pues probablemente intensificar más las líneas que podían haberse desarrollado con fondos propios. En realidad el presupuesto que hubiéramos necesitado hubiera sido para generar músculo, es decir, para tener cubierto los puestos de trabajo, poder hacer un trabajo más intenso en la mejora de la gestión a través del impulso a la informatización de los procesos, que eso requiere dinero, y luego a partir de ahí pues haber podido destinar algo de financiación en algunos sectores productivos para organizarlos mejor.

Me hubiera gustado intensificar más las líneas que podían haberse desarrollado con fondos propios

P.- ¿Qué puede suponer para el futuro de la agricultura valenciana la Ley de Estructuras agrarias?

R.- El objetivo es conseguir que haya explotaciones agrarias con viabilidad económica y con estructura suficiente para poder adaptarse con criterios  empresariales a las necesidades del mercado. En estos momentos existe una estructura productiva muy atomizada donde determinadas actividades requieren que se trabaje con criterio empresarial y con instrumentos que permitan una planificación empresarial. El objetivo podría ser que en los próximos diez años pudiéramos disponer de entre un 50 y un 60% de la superficie agraria dirigida y con capacidad de decisión por profesionales y bajo criterios de profesionalidad.

P.- Podría detallar las grandes líneas de esa Ley...

R.- La Ley pretende crear por una parte una red de tierras que permita que los profesionales puedan adquirir suficiente base territorial para que puedan hacer más viables sus explotaciones. Y por otra parte facilitar la concentración de las mismas y la gestión en común de ellas; con el principal objetivo de llegar a tener explotaciones con viabilidad y rentabilidad.

P.- El IVIA ha cumplido 150 años y la Conselleria de Agricultura parece apostar por potenciar el tema de la investigación, ¿Piensa que el Gobierno anterior tenía abandonada la investigación o que pretendía hacer languidecer el IVIA?

R.- No quiero creer que el Gobierno anterior tuviera esa intención, sino más bien que tenía  otras prioridades porque no tiene mucho sentido que nos encontráramos el centro de investigación referente con un nivel de músculo de personal inferior al 50% de su capacidad y sin una planificación de actuaciones. No sé, igual habían otras prioridades, el objetivo no creo que fuese dejarlo morir, pero lo que está claro es que era otra manera muy distinta de gestionar y que nos condujo a una situación en la que hemos perdido mucha capacidad de reacción que ahora hay que recuperar.

El objetivo de la Ley de Estructuras es tener explotaciones con viabilidad y rentabilidad

P.- ¿Qué pretenden hacer con la investigación?

R.- Lo primero recuperar personal. Iniciamos un proceso de selección para cubrir 19 plazas de investigador en el IVIA y a partir de este año ya tendremos estas plazas cubiertas, hemos modificado y clarificado el sistema de generación y dotación de puestos de trabajo con cargo al programa. Así, el problema del personal está encauzado.

Tenemos perfilado un plan estratégico del IVIA basado fundamentalmente en lo que el sector demanda y dirigido a la realidad actual de dar respuesta al cambio climático, al déficit hídrico, a la búsqueda de una seguridad y viabilidad para nuestra agricultura. No sólo hay que hacer reformas estructurales sino también un análisis e investigación para hacer una actividad agraria sostenible en el futuro.

P.- Hace apenas cuatro meses en la presentación del aforo de cosecha de cítricos se respiraba optimismo acerca del desarrollo de la campaña citrícola, ¿qué ha cambiado en tan poco tiempo hasta conducirnos a la situación de crisis actual?

R.- La realidad a veces choca con los deseos. Se han dado una serie de circunstancias concatenadas que han provocado una primera parte de la campaña muy negativa. Por una parte el hecho de que el frío no llegara a Europa en los primeros meses de la temporada de recolección, la meteorología adversa (lluvias sobre todo) en nuestro territorio y la aparición de fruta procedente de terceros países, fundamentalmente de Sudáfrica, en los lineales de los mercados europeos por mucho más tiempo de lo habitual con el solapamiento de sus variedades tardías con las tempranas nuestras... Todo ello y alguna cosas más ha influido en el posterior desarrollo de la campaña.

Nos gustaría disponer en diez años de más del 50% de la superficie agraria valenciana dirigida y con capacidad de decisión por profesionales y bajo criterios de profesionalidad

P.- ¿Qué ha hecho la Generalitat al respecto para afrontar esta crisis citrícola?

R.- Nos hemos reunido ya en varias ocasiones los responsables de la Conselleria -con la consellera Elena Cebrián y yo mismo al frente- con la mesa sectorial de cítricos de la Comunitat Valenciana e incluso el propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig, también con la interprofesional citrícola Intercitrus.  

Las principal conclusión de los encuentros es la necesidad de articular líneas de trabajo conjunto. Así, desde la Generalitat vamos a llevar a cabo un Plan Estratégico de reconversión sectorial citrícola que permita planificar con un periodo mínimo de 15 años el futuro de la producción citrícola valenciana. Allí, se deberá prever y diseñar el mapa de variedades que conviene a la Comunitat, los objetivos en cuanto a producción, los mercados a los que debe exportarse esa producción, las estructuras productivas, comerciales e industriales aconsejables y el papel de los diferentes actores.

Vamos a llevar a cabo un plan estratégico de reconversión citrícola para planificar el futuro de nuestra producción a quince años vista

Asimismo, el Consell ampliará las misiones comerciales, que se seleccionarán conjuntamente con el sector, para abrir nuevos mercados para nuestros cítricos. Apoyaremos la presencia del sector en Bruselas con la inclusión de más personal de modo que, en colaboración con las instituciones agrarias, haga la función de 'lobby' permanente en materia de comercio internacional. También se prevé desplegar una campaña de promoción del consumo de cítricos a nivel nacional e internacional.

Entre las medidas para reforzar el sector, vamos a estudiar posibles líneas de ayudas. Por un lado, analizamos la puesta en marcha de ayudas de mínimis que suponen hasta 15.000 euros por agricultor. Se trata de subvenciones directas a los agricultores que demuestren una caída de ingresos por razones climáticas o comerciales. Por otro, el Gobierno valenciano llevará a cabo otro estudio sobre el establecimiento de una línea de ayudas para la recuperación de arbolado afectado en las parcelas inundadas por las lluvias de este otoño. Asimismo, el Instituto Valenciano de Finanzas también dispondrá de una línea de ayudas para bonificar préstamos.

Por otra parte, hemos trasladado al Gobierno de España que haya una rebaja de módulos fiscales, una reducción del IBI y la puesta en marcha de créditos bonificados. También insistimos en la necesidad de articular medidas de gestión de crisis, como la retirada de producción, para la industria agroalimentaria o para distribución gratuita; que el Ministerio de Agricultura ya ha concretado en la retirada de 50.000 toneladas.

En el caso de que se den las condiciones precisas pediremos que se active la cláusula de salvaguarda prevista en el tratado de la UE con Sudáfrica

También hemos exigido a la Comisión Europea un seguimiento directo y detallado del impacto que está teniendo en particular el acuerdo de Sudáfrica sobre el mercado de cítricos en Europa, así como su vertiente fitosanitaria. La demanda incluye que, en el caso de que se den las condiciones precisas, se active la cláusula de salvaguarda que está prevista en el tratado.

P.- Las plagas son una amenaza constante para la agricultura, ¿cómo afronta la Generalitat su actuación contra ellas?

R.- Uno de los ejes fundamentales en el que hemos trabajado es el de la sanidad vegetal pues tenemos un territorio muy sensible y susceptible de tener problemas en este asunto, como ha sido el caso de la entrada de la Xylella. Aparte de nuestras actuaciones tenemos la obligación de pedir como Administración al conjunto de la Unión Europea que el control en el ámbito comunitario se intensifique y se eviten problemas como los que está habiendo.

Somos una comunidad donde a pesar de esa vulnerabilidad manifiesta es donde más controles se realizan y donde más hemos dirigido nuestra labor a métodos acordes con la normativa europea.

P.- ¿Cree que se podrá contener la expansión de la Xylella en la Comunitat Valenciana?

R.- No podemos obviar que es un problema y una realidad la Xylella. De momento está confinada en una zona determinada como es el norte de Alicante. Disponemos de un plan de contingencia basado en la erradicación acorde a la normativa europea y estatal y nuestro objetivo es que no pase de ahí.

Estamos tranquilos y legitimados, pese a algunas críticas, para actuar como lo hacemos contra la Xylella

P.- Una organización agraria alicantina y un grupo de afectados cuestiona ese plan de erradicación...

R.- Tenemos prácticamente el consenso unánime de casi todo el sector en la Comunitat Valenciana, excepto una pequeña parte. Y en el ámbito estatal el consenso es total. Estamos tranquilos y legitimados para actuar como lo estamos haciendo.

P.- Cambiando de asunto, ¿cuál es su opinión del funcionamiento de la Ley de la Cadena Alimentaria?

R.- Es difícil que los problemas se resuelvan exclusivamente con leyes, las normas deben establecer un marco para que el conjunto de los afectados se lo tomen en serio y funcionen. Esa Ley es un instrumento, mejorable por supuesto y que sería deseable que tuviera un rango europeo, pero si los distintos agentes de la cadena al final no utilizan con criterios de racionalidad sus acciones poco puede arreglar.

La cadena está bien definida, queda claro cuál es el eslabón más débil y el más fuerte. Debemos ser todos responsables y ejercer esa supuesta fortaleza y debilidad hasta un límite de forma que permita vivir a todos los que participan en la cadena.

P.- Algunas zonas de la Comunitat Valenciana, sobre todo en el sur, tienen problemas de déficit hídrico. ¿Qué hace el Consell en todos los temas relacionados con el agua?

R.- Nuestra competencia autonómica está en apoyar las iniciativas que hagan los usuarios tanto de regadío como de uso de boca para que puedan gestionar de una manera más racional este recurso que se manifiesta en nuestra comunidad de forma desigual. Las otras competencias corresponden al Gobierno del Estado. También es evidente el dicho aquí de que "en mi tierra la lluvia no sabe llover". Unas cosas y otras provocan en algunas zonas una situación estructural que pone de manifiesto que en los territorios no tenemos la cantidad de agua que necesitaríamos y lo tenemos que inventar. ¿Cómo? De muchas maneras. Desde el Consell lo podemos hacer invirtiendo en la reutilización que es una asignatura pendiente a abordar. También podemos actuar facilitando la modernización que permita a través de la buena gestión, eficacia y eficiencia que con menos agua se consigan los mismos resultados, es decir ahorrar agua. A partir de ahí pedir al Gobierno de España que facilite la generación de recursos, bien vía la desalación, transferencias o cualquier otra.

El sur de la provincia de Alicante tiene un grave problema estructural con el agua, se trata de una economía dependiente de transferencias de otras cuencas y eso hay que gestionarlo con todas las formulas que he planteado. Posiblemente lo que haya que hacer es menos política con el agua y más política de gestión de recursos y dejarse de juegos con el usuario.

Nuestra obligación como gobernantes es generar recursos y ponerlos a disposición de los usuarios con la calidad que necesita y al precio que puedan pagar

P.- ¿Es partidario de los trasvases?

R.- Trasvase sí o trasvase no, no es un debate. Generación de recursos sí, donde se pueda. Si el recurso se genera mediante una transferencia y se puede generar pues perfecto. Y si no se puede pues habrá que buscar otra forma de generarlo. Ese debate y esa pregunta está pasado de moda.

Sobre el Tajo-Segura existe una Ley que permite transferencias de agua y mientras exista y se cumplan las condiciones pues hay cumplirla porque tenemos una economía productiva en la zona que hay que mantener. Pero hemos de ser realistas de que no es la única solución. ¿Si no hay agua en el Tajo qué hacemos? Nuestra obligación como gobernantes es generar recursos y ponerlos a disposición de los usuarios con la calidad que necesita y al precio que puedan pagar.

P.- La ganadería desempeña un papel importante en las zonas de interior de la Comunitat Valenciana y en los últimos tiempos se oyen muchas quejas acerca de las trabas que sufren en comparación con otras comunidades autónomas...

R.- Las criticas siempre tienen algo de fundamento, pero también algo de exageración. Algunas cosas deberemos reformar y mejorar, pero tampoco es tan tajante decir que aquí es muy difícil conseguir una licencia y en otros más fácil. Tal vez en cuestión de tiempo puede ser que ocurra, pero debido más al adelgazamiento de la Administración autonómica que a otras cosas, se trata de una situación heredada que no se arregla en dos días. Dicho todo lo anterior estamos trabajando para hacer la normativa más sencilla y agilizar los procedimientos actuales.

Un medio como Agronews Comunitat Valenciana en nuestro territorio permite ocupar ese espacio específico de comunicación agraria digital y le deseo larga vida

P.- Se habla mucho de las macrogranjas...

R.- Lo de las macro y microgranjas es una cosa que deberíamos dejar a los expertos, a los que saben, porque si nos dedicamos a opinar seguro que nos equivocamos. Me siento incapaz de opinar sobre qué es una macrogranja y cual es el volumen de una. Yo lo que quiero es que cualquier inversión en una granja esté soportado en un análisis claro basado en un buen proyecto con las consecuencias sociales y medioambientales para la zona y también, claro, que tenga un informe de viabilidad. Si al final responde a todas las exigencias pues ni macro, ni micro ni intermedia, es un proyecto viable que hay que apoyar.

P.- Da una sensación a veces entre los habitantes de un excesivo celo protector que dificulta su actividad, ¿qué piensa al respecto?

R.- El medio ambiente, la fauna y la flora, son susceptibles de proteger; la actividad económica de las personas en tanto en cuanto no se vea amenazada no es así sino más bien hay que regular. Aclarado lo anterior, la actividad agraria en el medio rural es prioritaria para este Consell tanto desde el punto de vista económico como territorial o medioambiental. Por tanto las acciones de la Generalitat dirigidas al sector agroalimentario y las personas que lo desarrollan no deben ser proteccionistas sino colaborativas para que puedan vivir y generar proyectos de vida viables con la actividad agraria.

P.- Agronews Comunitat Valenciana es desde hace pocos meses el único medio informativo diario dedicado única y exclusivamente a la información agroalimentaria, ¿cuál es su valoración del mismo?

R.- Me parece muy acertada su aparición en el panorama informativo. Tuvimos épocas en la Comunitat Valenciana donde la información agraria en los medios de comunicación era bastante relevante y ahora probablemente ese hueco haya que recuperarlo. Un medio como Agronews en nuestro territorio permite ocupar ese espacio específico de comunicación agraria digital y le deseo larga vida.