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Cooperativas eleva la cosecha de cereales en España, durante 2022, a los 18 millones de toneladas

El consejo sectorial de Cereales de Cooperativas Agro-alimentarias de España ha realizado una segunda estimación de la cosecha de cereales de 18,15 millones de toneladas, lo que supone un 23% menos respecto a la media de los tres últimos años.

Por cultivos, en trigo blando se superarán los 5,1 Mt (dato que representa una bajada del 21,5% frente a la media de las últimas tres campañas), en cebada 6,6 Mt (-30,56%), en maíz 3,8 Mt (-6.63%), en trigo duro 668.120 toneladas con un descenso del 12,32% en relación al promedio de las últimas tres campañas; la cosecha de avena se estima en 889.191 toneladas (-31,56%), centeno 181.514 (-47%)y, finalmente, la recogida de triticale  se estima en 739.649 toneladas (-15% sobre los datos del último trienio)

Este incremento de medio millón en la producción respecto a la primera estimación, (con 17,6 millones de toneladas), se debe a una mejora de los rendimientos esperados. Sin embargo, el sector cerealista cooperativo considera que la cosecha definitiva está pendiente del final del ciclo del maíz, debido a altas temperaturas y a las dudas sobre la dotación de riegos en algunas comunidades autónomas, que pueden hacer varias los rendimientos estimados. Por lo que se refiere a esos rendimientos, subrayar que la media del conjunto de los cereales se sitúa en los 2.590 kilos por hectárea, mientras que en la previa fue de 3.560, la del trigo alcanza los 2.730 kilos (3.990 en la anterior); 2.410 en el trigo duro en la 2021 fue de 2.880; la de cebada ha caído a los 2.770 kilos mientras que en 2021 fue de 3.740; la de avena pasa de los 2.270 kilos de la anterior a los actuales 1.600 kilos por hectárea.

Tal y como ya indicaba Cooperativas Agroalimentarias de España, en la primera estimación de cosecha realizada a mediados de junio, la caída de la producción este año se debe al estrés que han sufrido los cereales a lo largo de todo su ciclo vegetativo, debido principalmente a la falta de lluvia y al calor de mayo y junio. Los gráficos demuestran que la tendencia de la producción en España es creciente y que cuando hay una caída los picos son cada vez más altos.

Una vez más estas entidades recuerdan que una cosecha corta no cubre las necesidades de consumo, lo que supone un gran reto para el sector cerealista español, que necesitará complementar la producción nacional con importaciones para abastecer las necesidades de la importante cabaña ganadera nacional.  Por eso es imprescindible una buena y organizada campaña de comercialización, que consiga dar el valor que tiene el cereal en la cadena como hacen cooperativas a lo largo de toda la campaña.