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Alimentar a las abejas con hongos mejora su sistema inmunitario, según las primeras conclusiones de un estudio pionero en Cataluña

Dos hongos, uno de ellos presente en los bosques catalanes, podrían ser claves para mejorar el sistema inmunitario de las abejas, de acuerdo con los primeros resultados de un estudio impulsado por la empresa leridana Torrons i Mel Alemany y el Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Cataluña, con la colaboración de Eurecat y el apicultor Josetxu Rodríguez.

Se trata de un proyecto pionero en Cataluña financiado por la Generalitat y la Unión Europea que se inició en mayo de 2020 y que ya tiene los primeros resultados y son esperanzadores.

Este estudio se desarrolló a raíz de la observación de un declive de las poblaciones de abejas sobre todo en los últimos años y a nivel mundial. Actualmente, no sólo están amenazadas por factores ambientales, principalmente derivados del cambio climático, sino por otros condicionantes que han ido apareciendo: la utilización de pesticidas agrícolas (en particular la betulina y el glifosato) o nuevos depredadores (la avispa asiática, los virus y los parásitos).

En este contexto, a menudo el apicultor dedica más tiempo a intentar solucionar temas sanitarios que a extraer los productos relacionados. Aunque son varios los factores que influyen en la mortalidad de las abejas y en la cantidad y calidad de la miel, sí se puede intentar mejorar la salud de las abejas, así como influir en la cantidad y la calidad de la miel mediante la utilización de hongos con aplicaciones funcionales reconocidas en muchos estudios científicos en todo el mundo. En las pruebas preliminares del estudio, se utilizaron dos especies de hongos con aplicaciones funcionales reconocidas: Reishi y Shiitake. El primero de estos hongos es autóctono y su utilización ha evidenciado una mejora en el sistema inmunitario de estos insectos.

La investigación se enmarca en el BeeLab, el Laboratorio de la Miel, el proyecto de I+D +I de Alemany y podría significar un primer paso para mejorar la salud de las abejas y, por tanto, hacerlas más fuertes ante plagas agresivas como la Varroa. Sin embargo, es necesario continuar investigando las especies de hongos a utilizar, las concentraciones que se deben emplear, la metodología de extracción y el periodo de administración de los extractos a las abejas, para poder optimizar todo el proceso.

El proyecto cuenta con un presupuesto total de 14.249 euros, de los que 5.686 euros los aporta el DARP y 4.288,95 euros la Unión Europea, mediante el fondo FEDER (Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural) financiado a través del Programa de desarrollo Rural de Cataluña 2014-20.