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UNE contribuye a la transición ecológica y digital del sector agroalimentario con un nuevo informe

La Asociación Española de Normalización, UNE, publica el informe Apoyo de la Normalización a un sector agroalimentario sostenible y digital, con el objetivo de impulsar la obligada evolución de las organizaciones y empresas del sector primario y de la industria alimentaria. A través del documento, que recopila estándares y proyectos de aplicación voluntaria, ofrece soluciones para la consecución de sistemas sostenibles e innovadores que permitan el desarrollo y crecimiento del sector agroalimentario español. El informe identifica más de 40 normas y futuras normas que aportan soluciones sobre cuestiones imperativas.

“Se trata de un informe que ayudará al sector primario y a la industria alimentaria, ambos básicos en la economía española por su labor esencial y por su volumen de facturación y empleo, a caminar por la senda de la transición ecológica y la inevitable transformación digital”, afirma Elena Ordozgoiti, responsable de Negocio, Agroalimentación de UNE.

La sostenibilidad del sistema alimentario reporta beneficios ambientales, sanitarios y sociales a la vez que ofrece ventajas económicas. Una parte de los estándares que apoyan medidas para la sostenibilidad se presentan en este informe agrupados por sectores de actividad: producción alimentaria, pesca y acuicultura, agricultura, algas y productos apícolas. Se ofrecen soluciones para controlar el impacto de estas actividades, promoviendo modos de producción ecológica que disminuyan la dependencia de productos fertilizantes, fomenten la producción de nuevos alimentos sostenibles o prácticas responsables de pesca y cría. “Son soluciones concretas como, por ejemplo, reducir la pesca de especies no objetivo, impulsar la producción ecológica en acuicultura o elevar la autogestión controlada en el uso de productos para el control de plagas. Otras, en cambio, impulsan nuevas líneas de producción de alto interés por sus potenciales aplicaciones, bajo impacto y rentabilidad como son las algas y microalgas y sus productos derivados”, señala Elena Ordozgoiti.

Otro grupo de estándares, que aporta soluciones en cuestiones no exclusivas del sector agroalimentario pero que le corresponde gestionar, se presentan en ejes transversales que contribuyen con el objetivo general de compromiso con la sostenibilidad: valoración monetaria de los impactos ambientales, compras sostenibles, taxonomía europea, gestión ambiental de envases y embalajes, pérdida y desperdicio alimentario y biodiversidad. Las organizaciones privadas y públicas se exponen a riesgos y oportunidades debido a los impactos ambientales beneficiosos o adversos relacionados con su actividad. “Cada vez es más necesario demostrar que se trabaja para minimizar o eliminar estos impactos, reenfocando la elección de las fuentes de suministro, la ética de los proveedores o la gestión de los propios residuos”, añade.

Reducir la brecha competitiva

El desarrollo tecnológico está cambiando los modelos de negocio y los procesos de producción e industriales de todos los sectores, incluidos el agroalimentario. Esta incorporación de la tecnología de la información a toda la cadena de valor va a precisar también una optimización e interacción de los procesos de investigación y desarrollo, diseño, producción y logística.

Asimismo, este uso masivo de la tecnología ha convertido la información en uno de los principales activos de una empresa, por ello la ciberseguridad es fundamental para garantizar la protección de los datos y la privacidad de las personas.

“Uno de los mayores retos de este nuevo paradigma es guiar a las empresas en el proceso de implantación, ya que quien no se digitalice no sobrevivirá. La innovación es un elemento de competitividad incuestionable, por eso hemos recopilado documentos de acceso público en el marco de los organismos de normalización europeos para facilitar a las empresas su aplicación”, concluye Elena Ordozgoiti.